Redacción Tierra Pura – El domingo 28 de junio la Administración Central Tibetana (CTA por sus siglas en inglés), mejor conocida como gobierno tibetano en el exilio, pidió ante el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), llevar a cabo una sesión especial sobre las “violaciones de los derechos humanos” que ha impartido el régimen comunista chino en el Tíbet, así como en otras regiones.

De acuerdo con el portal informativo News 18, la oficina del gobierno tibetano en el exilio con sede en Dharamshala además pidió a la comunidad internacional brindar una garantía para que el régimen chino cumpla con sus obligaciones bajo las leyes internacionales, incluidas sus obligaciones en materia de derechos humanos.

Lobsang Sangay, presidente de la CTA expresó en un comunicado:  “Instamos encarecidamente a la ACNUR y los estados miembros a que celebren una sesión especial para evaluar las violaciones de los derechos humanos que está cometiendo China y que establezcan un mandato de país del Relator Especial de la ONU sobre China para monitorear, analizar e informar anualmente sobre la situación de los derechos humanos en el Tíbet y otras regiones bajo la República Popular de China”.

El funcionario tibetano del mismo modo recalcó que la CTA, así como los tibetanos tanto dentro como fuera del Tíbet respaldan el llamado de los expertos ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para actuar con urgencia en contra de las violaciones de derechos humanos.

En la demanda presentada ante la ACNUR se especificó la intervención de un relator especial que abogue por las libertades fundamentales en otras regiones ocupadas de China como Xinjiang y Hong Kong, informó el diario Hindustan Times.

Un ejemplo de las medidas draconianas que ha impuesto el régimen chino en contra de los derechos humanos en la región de Xinjiang, históricamente poblada por los uigures musulmanes, es la constante disminución en la tasa de natalidad como resultado de la persecución y la represión en su contra. 

Según una investigación de la agencia de noticias AP, estadísticas del gobierno, documentos estatales y entrevistas con 30 ex-presos, familiares, y un exinstructor de un campo de detención, han probado que actualmente existe lo que algunos expertos denominan como “genocidio demográfico”.

Respecto a la situación que vive el Tíbet, Sangay dijo que durante décadas el régimen chino había estado sometiendo al pueblo tibetano, catalogando su relación con esa región como algo que no está muy lejos del “genocidio cultural”.

“Las torturas, las desapariciones forzadas y las destrucciones de monasterios llevadas a cabo por el gobierno de China contra los tibetanos son actos de crímenes contra la humanidad y no caen antes de ser categorizado como ‘genocidio cultural’”, expresó Sangay. 

“La persecución y la represión a través de la vigilancia de alta tecnología por parte de China han obligado a 154 tibetanos de diferentes ámbitos de la vida en el Tíbet a autoinmolarse como una señal de protesta pacífica contra las autoridades chinas desde 2009″, añadió, según el portal informativo OPIndia.

Según estimaciones dadas por expertos de la ONU, las violaciones por parte de China amenazan la paz y la seguridad mundial y provoca emergencias de derechos humanos en todo el mundo.

Acorde a lo recogido por OPIndia, previamente Lobsang Sangay había advertido a Nepal que China estaba buscando ocupar todo el subcontinente desde la década de 1960 después de la ocupación de Tíbet. Según afirma el funcionario de la CTA, el régimen chino pretendía emular lo mismo con Nepal.

Sangay señaló Sangay, Beijing estaba preparando su plan de los ‘cinco dedos’, en el cual la palma es el Tíbet, mientras que Ladakh, Nepal, Bután, Sikkim y Arunachal Pradesh serían los cinco dedos.

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