Artículo original publicado por Epoch Times (español) AQUÍ.
La humanidad está desconcertada y preocupada por lo que acontece en el mundo, pero, de hecho, este caos, aparentemente improvisado, fue planificado hace mucho tiempo.
Un confinamiento obligatorio y masivo, sin un fin determinado, con las calles y negocios vacíos, brindan un escenario ideal para que los “revolucionarios” saqueen y destruyan todo a su paso.
Las imágenes de los disturbios violentos que acontecen hoy en día recuerdan a la Revolución Francesa, la Comuna de París, la Revolución de Octubre y la usurpación del poder por parte del Partido Comunista chino cuando gobernaba el Partido Nacionalista.
Ahora en los EE. UU., se ven acciones idénticas a las de aquellos movimientos. El común denominador es que son las típicas acciones de los izquierdistas intentando derrocar a un gobierno.
La buena noticia es que la gente de bien puede hacer virar la situación, pero primero tiene que entender cuál es el trasfondo que permitió que se llegara a este paso. Por eso, TierraPura.Org, compartirá, en series, el libro Cómo el espectro del comunismo rige nuestro mundo, para que cada uno pueda conocer al verdadero enemigo de la humanidad y pueda posicionarse frente a ello.
Tabla de contenidos
1. Ley y fe
2. La ley en tiranías comunistas
a. Políticas extralegales de terror de Estado
b. Cambio constante de los estándares para lo correcto y lo incorrecto
c. Ignorar la Constitución
3. Cómo el comunismo distorsiona la ley en Occidente
a. Subversión de los fundamentos morales de la ley
b. Apropiación de los poderes de legislación y promulgación
c. Interpretaciones retorcidas de la ley
d. Restricción de las fuerzas del orden público
e. Utilización de leyes extranjeras para debilitar la soberanía de EE. UU.
4. Restaurar el espíritu de la ley
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1. Ley y fe
La ley es una fuerza imbatible de equidad y justicia que ratifica la bondad y castiga al mal. Quienes escriben las leyes deben entender qué es bueno y qué es malo. Desde la perspectiva de la fe, estos criterios provienen de lo divino. Las enseñanzas de los sabios y las escrituras religiosas plantearon las bases para las leyes que gobiernan la sociedad humana.
El Código de Hammurabi de la antigua Babilonia es una de las primeras leyes escritas de las que se tenga registro. Tallada en una tabla de piedra, encima del código hay una escena poderosa: Shamash, dios del sol y la justicia, concede las leyes al Rey Hammurabi. Se trata de la descripción de un dios otorgándole a un soberano humano la autoridad de gobernar a su pueblo mediante el respeto a la ley.
Los hebreos consideraban a los Diez Mandamientos del Antiguo Testamento como una ley divina y secular a la vez, una tradición que se convirtió en la base de la cultura legal occidental. Comenzando con los emperadores romanos del siglo IV, junto con Justiniano I del Imperio Romano de Oriente y sus sucesores, siguiendo con Alfredo el Grande –el primero de los reyes anglosajones del Reino Unido–, el sistema legal tomó a los Diez Mandamientos y a la doctrina cristiana como inspiración. [1]
Los creyentes de las religiones creen que para considerar legítima a una ley, esta debe conformarse a los estándares divinos para el bien y el mal, además de las enseñanzas religiosas. El pensamiento detrás de la desobediencia civil no violenta en Estados Unidos se puede rastrear hasta la doctrina cristiana temprana. Cuando el emperador romano Calígula ordenó a los cristianos venerar a los dioses romanos y que las estatuas del Cesar se colocaran dentro de los muros del Templo en Jerusalén, los cristianos prefirieron enfrentar la crucifixión o ser quemados en una estaca en vez de obedecer. Seguir esas órdenes hubiera significado violar los primeros dos Mandamientos –en otras palabras, el emperador había ordenado que la ley secular predominara sobre los mandamientos divinos, los cuales son sagrados e inviolables.
En general, los Diez Mandamientos pueden dividirse en dos categorías. Los primeros cuatro describen la relación entre el hombre y Dios, es decir, qué constituye una reverencia apropiada hacia Dios. Los otros seis rigen las relaciones entre la gente, y en esencia reflejan la enseñanza de amar al prójimo como a uno mismo. La veneración a Dios es un imperativo que permite a la humanidad mantener inalterables los principios de equidad y justicia.
Lo mismo es cierto para la antigua China, donde históricamente la ley era promulgada por decreto imperial. El emperador, o el “Hijo del Cielo”, debía seguir la providencia y los principios del Cielo y la Tierra. Este es el “Tao” o el Camino impartido por Lao Zi y el Emperador Amarillo. Dong Zhongshu, erudito confuciano de la Dinastía Han, dijo: “La grandeza del Tao se origina del Cielo. El Cielo nunca cambia, y tampoco el Tao” [2]. En la antigua China, “Cielo” no se refería a una abstracción de las fuerzas naturales, sino que es una referencia a lo divino. La fe en el Tao del Cielo forma los cimientos morales de la cultura china. El sistema legislativo imperial derivado de esta creencia influyó a China durante miles de años.
El especialista en leyes estadounidense Harold J. Berman creía que la ley coexiste con los principios generales de la moral social y la fe. Aun con la separación de iglesia y Estado, ambos son interdependientes. En cualquier sociedad, los conceptos de justicia y legalidad deben estar arraigados en lo que se considera santo y sagrado [3]. El sistema legal moderno aún conserva muchas facetas de ceremonia religiosa, las cuales refuerzan su poder.
2. La ley en tiranías comunistas
Los partidos comunistas son sectas antiteístas. Apuntan a cortar los lazos de la sociedad con su cultura ancestral y sus valores tradicionales, y nunca seguirán las enseñanzas de un dios recto en sus principios legislativos. No es realista esperar que los partidos comunistas intenten sinceramente mantener la imparcialidad o la justicia.
a. Políticas extralegales de terror de Estado
Tradicionalmente, los cristianos hablan de amar al prójimo como a uno mismo, y las enseñanzas del Confucianismo dicen que un hombre benevolente ama a los demás. Aquí, el amor no se limita al concepto estrecho del amor entre un hombre y una mujer, o del amor entre familiares o amigos. El amor también abarca benevolencia, piedad, justicia, altruismo y otras virtudes. Con esta base cultural, la ley no solo es sagrada sino que encarna el espíritu del amor en la sociedad humana.
Ningún sistema legal puede pretender abarcar todas las formas posibles de conflictos y emitir un juicio en cada uno de ellos. Por consiguiente, las leyes deben considerar la subjetividad de todas las partes. El juez debe seguir el espíritu de la ley y dar un veredicto que se atenga al principio de la benevolencia.
En el Templo de Jerusalén, Jesús confrontó a los fariseos por su hipocresía, porque a pesar de adherirse estrictamente a las palabras de Moisés, ellos ignoraron virtudes requeridas por el código, como justicia, piedad y honradez. Jesús hizo sanaciones el sábado y se sentó con los gentiles, ya que lo que le importaba era el espíritu de bondad encarnado en las doctrinas, no el significado literal.
Por contraste, el comunismo tiene sus raíces en el odio. No solo odia a Dios, sino que también odia la cultura, el estilo de vida y todas las tradiciones establecidas por lo divino para la humanidad. Marx no escatimó palabras para expresar su deseo de condenarse a la ruina y arrastrar consigo al mundo entero. Él escribió a su futura esposa: “Con desprecio arrojo mi guante al rostro del mundo, ¡luego recorro a zancadas las ruinas como creador!” [4]
Sergey Genadievich Nechayev, un terrorista comunista de la Rusia zarista, escribió en su panfleto, El catecismo revolucionario, que el revolucionario “ha cortado todos los lazos que lo unían al orden social y al mundo civilizado con todas sus leyes, valores y costumbres, y con todas sus convenciones aceptadas”. Según Nechayev, un revolucionario debería plantarse como el archienemigo de este mundo y sus convenciones, y “si continúa viviendo con estos es solo para destruirlos más rápidamente”. [5]
El uso por parte de Nechayev del término clerical “catecismo” para describir su visión anárquica es un indicio del desprecio sectario que alberga el comunismo hacia la humanidad y lo divino. “Él no es un revolucionario si tiene alguna simpatía hacia este mundo”, escribió Nechayev.
Lenin expresó una perspectiva similar: “La dictadura es gobernar directamente por la fuerza y sin la restricción de ninguna ley. La dictadura revolucionaria del proletariado es un régimen ganado y mantenido con el uso de la violencia por parte del proletariado contra la burguesía, un régimen que no está restringido por ninguna ley”. [6]
Empuñar el poder político para matar, torturar e infligir un castigo colectivo con ausencia de restricciones legales no es otra cosa que terrorismo de Estado, y es el primer paso que toman los regímenes comunistas cuando llegan al poder.
En los meses posteriores al derrocamiento del gobierno ruso por parte de los bolcheviques en 1917, cientos de miles de personas fueron asesinadas en el curso de la lucha política. Los bolcheviques establecieron la Comisión Extraordinaria de Toda Rusia para la Lucha contra la Contrarrevolución y el Sabotaje, abreviada como Checa, y le otorgaron el poder de la ejecución inmediata. Entre 1918 y 1922, los chequistas asesinaron a no menos de dos millones de personas sin juicio previo. [7]
Alexander Nikolaevich Yakovlev, exministro de propaganda del Comité Central y miembro del Politburó y secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética, escribió que solamente en el siglo XX, sesenta millones de personas en Rusia murieron como resultado de la guerra, el hambre y la represión. Usando archivos públicos, Yakovlev estimó que el número de personas asesinadas en campañas soviéticas de persecución es de entre veinte y treinta millones. En 1987, el Politburó de la Unión Soviética estableció un comité, del cual Yakovlev era miembro, para hacer una revisión de los errores de la justicia bajo el régimen soviético. Después de revisar miles de archivos, Yakovlev escribió: “Hay un sentimiento que por mucho tiempo no he podido remover. Pareciera que los culpables de estas atrocidades son un grupo de personas mentalmente trastornadas, pero me temo que dicha explicación corre el riesgo de simplificar demasiado el problema”. [8]
Para decirlo más claramente, Yakovlev vio que las atrocidades cometidas en la época comunista no eran el resultado de meros impulsos, más bien, estuvieron cuidadosamente planeadas. Estos crímenes no se cometieron en pos de un mayor bien para el mundo, sino por un profundo odio hacia la vida misma. Los impulsores del comunismo cometen atrocidades no por ignorancia, sino por malicia.
b. Cambio constante de los estándares para lo correcto y lo incorrecto
Al mismo tiempo que el comunismo ignora el Estado de derecho para cometer actos de terrorismo de Estado, también arma un show para los países occidentales y les dice que está comprometido a respetar las leyes. Lo hace para poder involucrar, infiltrar y subvertir sociedades libres a través del comercio y la asociación económica, el intercambio cultural y la cooperación geopolítica. Por ejemplo, al comienzo de la reforma y apertura en 1979, el PCCh promulgó una “ley de procedimiento penal” aparentemente para fortalecer la institución de la justicia. Pero esta ley nunca fue aplicada seriamente.
Según Marx, la ley es un producto de la “contradicción entre clases” y una herramienta que encarna la voluntad de la clase gobernante. Las leyes de un Partido Comunista no provienen de Dios ni de un amor genuino por el pueblo ni por el deseo de mantener una sociedad justa y equitativa. Los intereses del grupo gobernante, es decir, el Partido Comunista, son lo único que importa. A medida que los objetivos e intereses del partido cambian, las leyes también cambian.
Naturalmente, cuando el PCCh tomó el poder, adoptó la lucha de clases como su guía y procedió a robarle a toda la ciudadanía. Promulgó leyes contra el crimen de la “actividad contrarrevolucionaria”, el cual aplicaba a todo aquel que se oponía a las políticas de robo del Partido. El PCCh castigó a los contrarrevolucionarios con prisión o con la muerte.
Después de completar el proceso de robo masivo a fin de implementar su propiedad pública, el PCCh necesitó una manera de no perder lo que había robado. Cambió sus prioridades hacia el desarrollo económico e implementó leyes que protegían la propiedad privada. En esencia, esto básicamente significaba proteger los intereses del Partido. Por ejemplo, las demoliciones forzadas de hogares para hacer lugar a proyectos de urbanización es un ejemplo de la continua violación por parte del régimen del derecho a la propiedad privada.
En marzo de 1999, el Partido Comunista anunció la necesidad de “gobernar al país según la ley” [9]. Unos meses después, comenzó la persecución a los practicantes de Falun Dafa y estableció la Oficina 610, un organismo extrajudicial al estilo Gestapo, para que llevara a cabo la brutal campaña a nivel nacional. Para cumplir su misión, la Oficina 610 tiene la autoridad de evadir todas las leyes y procedimientos judiciales, lo que le permite manipular el aparato de seguridad pública y el sistema judicial para suprimir a Falun Dafa.
El Partido conjura constantemente nuevos enemigos para renovar su régimen tiránico sobre el pueblo chino. Sus blancos de persecución cambian continuamente e incluyen campañas contra terratenientes y capitalistas, la masacre de estudiantes en la Plaza Tiananmen en 1989, la persecución de practicantes de Falun Dafa y la supresión de abogados de derechos humanos.
Por consiguiente, la ley también debe cambiar frecuentemente. En 70 años en el poder, el Partido ha promulgado cuatro constituciones, la última de las cuales ha pasado por cuatro revisiones desde su introducción en 1982. Con la experiencia obtenida a través de múltiples campañas políticas, el PCCh ha utilizado la ley para ajustar y disimular sus motivos y acciones. A veces ni siquiera se molesta en usar este camuflaje.
c. Ignorar la Constitución
La Constitución de la República Popular China está repleta de una prosa ampulosa para mostrar que el PCCh está comprometido con el Estado de derecho y las normas de civilización internacionales. Pero en la práctica, la Constitución nunca se respeta estrictamente y derechos básicos como la libertad de expresión, de creencia y de asociación no están realmente protegidos.
Según la teoría marxista, la ley refleja la voluntad de la clase gobernante, en lugar de ser una justicia objetiva. Para un Partido Comunista, entonces, aprobar y modificar leyes para suprimir a sus enemigos e imponer su voluntad a toda la sociedad es algo natural. Bajo este tipo de sistema, todo aquel que se atreva a desafiar la “voluntad de la clase gobernante” –esto es, todo aquel que se oponga a los intereses del Partido Comunista– puede ser sometido a una persecución legal como enemigo de clase, ya sean trabajadores desempleados, soldados desmovilizados, campesinos a quienes les expropiaron sus tierras, abogados de derechos humanos, o simplemente personas tratando de ganarse la vida.
Para los abogados que ejercen en países comunistas, las leyes en los libros siempre dan lugar a los intereses del régimen. Si un abogado intenta citar una ley y argumentar a favor de la justicia, el juez y la fiscalía lo silenciarán hablándole del supuesto espíritu de la ley. Incluso llegan a decir sin descaro que el Partido Comunista dirige la corte y que esta debe seguir sus órdenes. Más allá de cuáles sean los pensamientos de las personas que trabajan en las cortes, lo que dicen realmente refleja el tipo de ley que existe bajo los regímenes comunistas.
En el sistema legal chino, durante las audiencias relacionadas a practicantes de Falun Dafa perseguidos, los jueces pueden decir este tipo de cosas: “¿Por qué citas la ley? Solo me importa la política”. “El Partido no permite la defensa. Las palabras de los líderes son la ley”. “El Partido Comunista dirige la corte, por lo que debemos seguir la línea del Partido”. “No es necesario ningún procedimiento legal para los asuntos de Falun Dafa”. “No me vengas a hablar de conciencia”. [10]
El filósofo inglés Francis Bacon escribió: “Una sentencia injusta ocasiona mayores males que un gran número de crímenes cometidos por los particulares. Ya que estos corrompen solo los cauces y el remanente de las aguas, mientras que el juez corrompe la fuente misma”. [11]
Las leyes del Partido Comunista, siempre maleables y solo aplicadas selectivamente, no contienen ninguna santidad de la cual derivar una autoridad legítima. En el último siglo, el “espíritu de la ley” que gobierna el sistema legal del Partido ha provocado incontables injusticias y observado la muerte de cien millones de personas inocentes –una deuda de sangre que ningún representante de la causa comunista podrá jamás reparar.
“Un asesino debe pagar con su vida, tal como un deudor, con dinero”, dice un proverbio chino. Si el Partido Comunista fuera a aplicar verdaderamente la ley, sería condenado por su sangrienta historia.
3. Cómo el comunismo distorsiona la ley en Occidente
Al igual que la política, la economía, la educación y otras facetas de la sociedad, el Estado de derecho en Occidente no ha escapado de la infiltración y subversión del espectro comunista. En países comunistas, se manipula la ley como un instrumento para mantener el régimen, reforzar la ideología del Partido Comunista y suprimir al pueblo. En los países libres, el objetivo del espectro es subvertir la fe tradicional y los cimientos morales de la ley, y hacerse del poder de la legislatura y las fuerzas de seguridad para poner en práctica normas demoníacas.
Por todo Occidente se puede ver la influencia del espectro del comunismo en el Estado de derecho. Ya que Estados Unidos es el líder del mundo libre, esta sección se enfoca en la erosión de las instituciones legales de EE. UU.
a. Subversión de la base moral de la ley
A medida que los partidos comunistas y sus diversos seguidores en todo el mundo han estado promoviendo el ateísmo y la teoría de la evolución, se ha ido rechazando la conexión entre las leyes y los principios divinos. El espíritu de la ley comenzó a cambiar, de su rol divino en mantener la equidad y la justicia a expresar la voluntad de intereses políticos y de la ideología radical. La ley ha sido reducida, en gran parte, a un instrumento de venganza, negociación y distribución de beneficios. Esto abrió la puerta para que aquellos envenenados por el comunismo promulgaran leyes para sabotear a la sociedad y llevar a la humanidad más cerca de su destrucción.
El liberalismo moderno y el progresismo rechazan las creencias tradicionales y el juicio moral, y consideran a la moral como un acuerdo secular que cambia según el desarrollo de la sociedad. Por ejemplo, el matrimonio es considerado un simple contrato entre dos personas que tienen la voluntad de declarar su compromiso mutuo, en vez de ser un voto que se declara ante lo divino. El reconocimiento del matrimonio del mismo sexo está basado en la aparente premisa de libertad y progreso –una premisa que es maleable y que inevitablemente dará como resultado la corrupción de la ley. La separación de la moral tradicional de la justicia se vio reflejada en un caso de aborto que llegó a la Corte Suprema en 1992. Tres jueces declararon: “Algunos de nosotros como individuos encontramos al aborto ofensivo para nuestros principios más básicos de moral, pero eso no puede controlar nuestra decisión. Nuestra obligación es definir la libertad de todos, no imponer nuestro propio código moral”. [12]
Dicho de otra manera, la ley prioriza la libertad por sobre la moral, y los valores de la libertad y la moral son asuntos separados. Pero la libertad, tal como lo establecieron los Padres Fundadores de Estados Unidos, es un principio “evidente”, es decir, que es otorgado por Dios, o como dice la Constitución de Estados Unidos, “su Creador”. Rechazar los estándares universales establecidos por el Creador a fin de incrementar el rango de supuestas libertades es un método que el diablo utiliza para distorsionar la ley y guiar a la humanidad hacia su ruina.
b. Apropiación de los poderes de legislación y promulgación
Antes de que una nueva ley entre en vigor, debe atravesar una serie de pasos, incluyendo el borrador, el respaldo político, su aprobación en la legislatura y su implementación por agentes del orden público. También puede haber fallos jurídicos sobre su legalidad. Durante este proceso, personas o grupos del ámbito académico, mediático, legal e incluso de la industria del entretenimiento ejercen su influencia sobre la preparación y la promulgación de la ley. El espectro comunista consiguió representantes a lo largo y a lo ancho de la sociedad para que lo ayuden a controlar el proceso legislativo. Varios lobbies políticos hicieron su mejor esfuerzo por llenar a las agencias gubernamentales de izquierdistas. En el poder judicial, se convirtieron en jueces, fiscales y otros funcionarios responsables de las riendas de la justicia.
Los presidentes harán todo lo que esté a su alcance para asignar jueces con ideas afines en la Corte Suprema, o usarán sus poderes ejecutivos para evadir el sistema legal. Históricamente, los presidentes progresistas de EE. UU. tendieron a otorgar más indultos. En un gobierno reciente, el presidente redujo las sentencias de 1385 convictos e indultó a un total de 212 personas, el mayor número desde la administración del presidente Harry Truman [13]. En uno de sus actos finales antes de dejar la Casa Blanca, el presidente redujo la sentencia de 209 personas e indultó a otras 64. La mayoría de quienes fueron indultados eran criminales no violentos condenados por delitos relacionados al consumo de drogas, pero una excepción fue un hombre acusado y encontrado culpable de filtrar 700,000 documentos militares clasificados. Gracias a la clemencia del presidente, su sentencia fue reducida y cumplió menos de siete años de los treinta y cinco que le correspondían. [14]
Si bien la Constitución le otorga al presidente el poder de conceder indultos, abusar de este poder ejerce un efecto contrario a la función y el propósito de la ley, el cual es castigar las malas acciones y apoyar a los ciudadanos destacados. En 1954, el entonces senador Lyndon B. Johnson de Texas, que luego fue el 36° presidente de Estados Unidos, introdujo la Enmienda Johnson, una disposición del código fiscal que prohíbe a organizaciones sin fines de lucro, incluyendo iglesias, participar en ciertas actividades. A quienes violaran la enmienda les revocarían las exenciones de impuestos. Cautelosas, algunas iglesias cristianas les dijeron a sus ministros que evitaran ciertos temas al hablar en el púlpito, incluyendo temas sociales controvertidos como el aborto, la homosexualidad, la eutanasia, la investigación de células madre, etc.
El espectro comunista también intenta manipular la aplicación de la ley, estableciendo que los fiscales sean elegidos mediante elecciones. Un fiscal de distrito que llegó a su puesto por patrocinadores y grupos políticos progresistas, despidió a treinta y un fiscales durante su primera semana de trabajo. Mientras pedía el fin del “encarcelamiento masivo”, también ordenó al resto de sus empleados dejar de procesar casos por posesión de marihuana. En otros estados hay situaciones similares. La presidente de una asociación de fiscales adjuntos de distrito en el condado de Los Ángeles dijo que era como si se estuviera instando a los fiscales a elegir qué leyes aplicar. En su opinión, pedirles a funcionarios electos que ignoren las leyes que juraron defender es un “callejón sin salida”. [15]
Los jueces también tienen jurisdicción para cancelar órdenes de departamentos administrativos. Por ejemplo, la ley de inmigración de EE. UU. otorga al presidente el derecho de negar a los extranjeros la entrada al país en situaciones de emergencia. Sin embargo, algunos jueces influenciados por el liberalismo moderno consideraron discriminación religiosa a una reciente prohibición de viaje emitida por el presidente Trump. Sus fallos demoraron la prohibición durante más de cuatro meses, hasta que la acción ejecutiva fue avalada por la Corte Suprema.
Dado que los abogados pueden ejercer una enorme influencia en los fallos de las cortes, la tendencia política de una asociación de abogados puede tener un impacto directo sobre el hecho de si se podrá hacer cumplir la ley. El fundador de una asociación de abogados con presencia nacional fue un autodeclarado socialista que creía en la propiedad pública y dijo que su máximo objetivo era establecer el comunismo [16]. La asociación alardea de tener decenas de miles de miembros en todo el país y un presupuesto anual de cientos de millones de dólares. Esta inicia juicios para apoyar causas como el aborto, el matrimonio del mismo sexo y el derecho de los homosexuales a adoptar niños.
Seguidores del liberalismo moderno y el progresismo ocupan posiciones políticas claves en Estados Unidos y dominan el ámbito académico, los medios de comunicación y los movimientos sociales. Esto ha permitido al espectro del comunismo empuñar un poder sin precedentes en los procesos legislativos y judiciales.
c. Interpretaciones retorcidas de la ley
Las religiones tradicionales enfatizan la importancia de la responsabilidad personal. En la Biblia, el libro de Ezequiel utiliza a padre e hijo como parábola para representar lo bueno y lo malo. Pese a que son padre a hijo, sufren las consecuencias de sus respectivas conductas y no son personalmente responsables de las acciones del otro. Como dice la Biblia: “Pues todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará”. De manera similar, los chinos creen que la bondad genera bondad y que la maldad será castigada por el Cielo.
La libertad significa responsabilidad. Una persona tiene el derecho y la libertad de elegir sus ideas, opinión y acciones. También necesita hacerse responsable por sus propias decisiones. Cuando una persona comete un crimen, debe ser castigada como corresponde. Este es el principio de justicia. No obstante, los jueces progresistas incentivan a la gente a eludir sus responsabilidades y a desviar la responsabilidad a las condiciones sociales –como su trasfondo económico o racial, su salud física y mental, su educación y otros parámetros demográficos– permitiendo así que los criminales escapen de su castigo legal.
Prohibir las expresiones públicas de fe
Dios está en todos lados en la vida estadounidense. El lema del país es “In God We Trust” (En Dios creemos), que incluso está escrito en los billetes de dólar. La Declaración de la Independencia de Estados Unidos afirma que el Creador nos otorgado los derechos humanos a todas las personas. Todos los funcionarios de gobierno de EE. UU., incluyendo al presidente y los jueces, dicen “Lo juro ante Dios” cuando toman juramento. La forma más común de terminar los discursos presidenciales es “Dios bendiga a Estados Unidos”. El juramento a la bandera que se recita en escuelas públicas describe a Estados Unidos como “una nación bajo Dios”.
Algunas de estas tradiciones han perdurado por más de doscientos años, casi tanto como la historia de Estados Unidos desde su fundación. Pero en los últimos sesenta años, seguidores del comunismo las han estado desafiando constantemente.
Una asociación nacional de abogados tiene la intención de evitar que los Diez Mandamientos se exhiban en público en Estados Unidos. El caso más famoso ocurrió en Montgomery, Alabama. En 2001, la asociación convocó a remover una losa con los Diez Mandamientos ubicada en la rotonda de un tribunal del estado. El grupo encontró a un juez designado por un presidente demócrata para que escuchara el caso. En un veredicto de 76 páginas, el juez falló a favor de la asociación de abogados.
Los detalles específicos del fallo pueden sonar ridículos. Por ejemplo, el juez declaró que el “solemne ambiente de la rotonda”, los frescos detrás de la losa y la atmósfera creada por un ventanal que mostraba una cascada constituían una razón suficiente para remover los Diez Mandamientos. El juez también dijo que la “parte superior inclinada” de la losa se asemejaba a una Biblia abierta y daba a quienes la observaban razón para “sentir que el estado de Alabama está fomentando, respaldando, favoreciendo o prefiriendo al cristianismo”. [17]
Ya en 1980, la Corte Suprema había prohibido exhibir los Diez Mandamientos en escuelas públicas. La decisión catalizó un movimiento general por todo el país para que los Diez Mandamientos no fueran exhibidos en público. En Utah, la asociación de abogados nacional llegó a ofrecer una recompensa a todo aquel que reportara placas y losas que no hubieran sido removidas. [18]
Un juzgado de EE. UU. dictaminó el 26 de junio de 2002 que las escuelas públicas tenían prohibido realizar “juramentos” porque estos incluían las palabras “bajo Dios”. Esta decisión luego fue anulada por la Corte Suprema el 14 de junio de 2004. [19]
Esta es una batalla legal que continúa. El himno nacional, el lema nacional, el juramento a la bandera, las oraciones en la escuela y demás están bajo ataque de ateos y activistas de izquierda. Las referencias a “Dios” o al Creador, como en la Declaración de Independencia, reflejan los principios divinos que apuntalan la Constitución de EE. UU., y no violan los derechos de los estadounidenses. La exhibición pública de los Diez Mandamientos y otras placas religiosas subraya la profunda fe del pueblo de Estados Unidos. En una nación basada en fuertes tradiciones espirituales, el surgimiento de movimientos políticos que intentan prohibir la expresión pública de la creencia en lo divino indica hasta qué punto el comunismo ha penetrado en el sistema jurídico.
Alteración del espíritu de la Constitución mediante interpretación y jurisprudencia
Al redactar la Constitución de EE. UU., los Padres Fundadores establecieron la separación de poderes, y originalmente el poder judicial era la que menos potestad tenía. El Congreso (el poder legislativo) es responsable de aprobar leyes, el presidente (el poder ejecutivo) es responsable de ejecutar y hacer cumplir las leyes creadas por el Congreso, y la Corte Suprema (el poder judicial) no tiene el poder ni de crear leyes ni de gobernar.
En 2002, cuando la Corte Suprema estaba procediendo con un caso relacionado con el Juramento a la Bandera, las encuestas indicaron que el 90% de los estadounidenses apoyaban mantener la frase “bajo Dios”. En la Cámara de Representantes, hubo 416 votos a favor de mantenerla y solo tres en contra [20]. En el Senado, el resultado fue de 99 votos contra cero [21]. Los votos del Congreso reflejaron la genuina opinión del pueblo de Estados Unidos.
Como representantes electos del pueblo, los miembros del Congreso y el presidente cumplen mandatos de entre dos y seis años antes de que haya nuevas elecciones. Mientras el público y la sociedad en general se guíen por los estándares morales divinos, el grado al cual el presidente y los miembros del Congreso pueden inclinarse hacia la izquierda es limitado. Por otro lado, los jueces de la Corte Suprema no necesitan prestar atención a la opinión pública, ya que sus cargos son de por vida. Aún más, solo hay nueve jueces en la Corte Suprema. Es comparativamente más fácil influenciar las decisiones que toman estas nueve personas que alterar la opinión pública.
En Estados Unidos, modificar la Constitución requiere del apoyo de dos tercios del Congreso y de tres cuartos de los estados. Estas estrictas medidas hacen difícil cambiar la Constitución. Por lo tanto, la estrategia de los progresistas no es modificar la Constitución directamente, sino reinterpretarla. Consideran a la Constitución un documento “vivo” que “evoluciona” continuamente. Siguiendo el precedente establecido por la Corte Suprema, interpretan la ley en base a las posturas de la izquierda. De esta manera, imponen su voluntad sobre la Constitución de manera encubierta, lo cual es equivalente a socavarla.
Los mandamientos divinos ya no son el principio más elevado. La Constitución ha sufrido una grave golpiza bajo el martillo de los jueces progresistas de la Corte Suprema, dado que sus fallos son definitivos y deben ser respetados incluso por el presidente. El poder judicial está acumulando cada vez más autoridad entre los tres poderes establecidos por los Padres Fundadores. En la práctica, los jueces de la Corte Suprema han adquirido poderes parcialmente legislativos e incluso ejecutivos.
Los jueces progresistas de la Corte Suprema han causado una serie de consecuencias para la sociedad estadounidense que son graves y difíciles de remediar. Tal como están las cosas, mediante los casos que toma, la Corte Suprema puede ordenar la remoción de los Diez Mandamientos de lugares y escuelas públicas, reescribir procedimientos penales, aumentar impuestos, reconocer el derecho al aborto y al matrimonio homosexual, permitir la publicación y la exhibición de pornografía, etc.
La creciente supremacía del poder judicial, en combinación con los fallos de jueces progresistas, le ha dado al espectro del comunismo una importante herramienta para lograr sus metas.
Promoción de contenido obsceno en nombre de la libertad
Los años 60 fueron tiempos de profundas transformaciones para la sociedad estadounidense. Los estudiantes de izquierda impulsaron el movimiento antiguerra, el rock and roll, la cultura hippie, el movimiento feminista, la liberación sexual y otras corrientes antitradicionales, causando caos por todo el país.
El presidente de la Corte Suprema en ese período era el progresista Earl Warren. En los años de Warren como presidente, la Corte Suprema dictó fallos muy influyentes y de amplio alcance. Entre ellos uno que prohibió rezar en las escuelas públicas y uno que permitió publicar material con contenido sexual explícito. [22] [23]
En su libro Los Supremacistas: La tiranía de los jueces y cómo detenerla, la experta en derecho constitucional Phyllis Schlafly proporcionó estadísticas que muestran que entre 1966 y 1970, la Corte Suprema dictó treinta y cuatro fallos en contra de decisiones de tribunales inferiores que prohibían contenido obsceno [24]. Las sentencias de la Corte Suprema no estaban firmadas y el dictamen mayoritario consistía de solo una o dos líneas. Dicho de otro modo, incluso los jueces mismos no se molestaban en justificar sus decisiones.
En 1968, Hollywood dejó de usar su Código de Producción de Películas, eliminando las restricciones sobre contenido obsceno en los films. Pronto surgió una profusión de diversos tipos de obras pornográficas, y hoy en día saturan cada esquina de la sociedad.
La Primera Enmienda de la Constitución garantiza la libertad de expresión. El propósito era garantizar el derecho a expresar opiniones políticas, no crear y diseminar pornografía.
Legalización de la drogadicción
Mientras el mundo se preparaba para dar la bienvenida al año nuevo el 31 de diciembre de 2017, CNN transmitió múltiples imágenes de una reportera fumando marihuana. Visiblemente bajo los efectos de la droga, parecía desorientada y no estar consciente de dónde estaba. La transmisión fue criticada ampliamente. [25]
En 1996, California se convirtió en el primer estado de EE. UU. en legalizar la marihuana medicinal, y pronto le siguieron muchos estados. Para 2012, Colorado y Washington habían legalizado la marihuana para “uso recreativo”. En estos dos estados, plantar, elaborar y vender marihuana a adultos es completamente legal. Luego también se legalizó en California. En octubre de 2018, el gobierno canadiense legalizó el uso de marihuana.
Además de causar serios daños al cuerpo humano, las drogas son psicológicamente adictivas. Una vez que una persona se vuelve dependiente, puede abandonar todas las inhibiciones morales para obtener más droga. Por otro lado, quienes apoyan legalizar las drogas creen que eso sería una forma efectiva de reducir el narcotráfico. Dicen que la legalización permite una regulación más estricta de la droga, y por consiguiente, una reducción de los crímenes relacionados a las drogas.
Muchos gobiernos anticipan que obtendrán miles de millones de dólares en impuestos si legalizan las drogas. Pero no es difícil ver que a medida que más personas se vuelven adictas, estas pierden su deseo de trabajar y sufren de mala salud, la productividad cae y la riqueza colectiva creada por la sociedad disminuye. Es evidente que legalizar las drogas no puede aumentar los ingresos públicos a largo plazo. Es más, el criterio para juzgar lo correcto o incorrecto no debería basarse en los beneficios económicos, sino en estándares divinos. La moral tradicional considera a la forma humana como algo sagrado y creado a semejanza de lo divino. Las religiones occidentales creen que el cuerpo es el templo del Espíritu Santo, mientras que en Oriente se creía que el cuerpo puede mejorar a través de la cultivación para convertirse en un Buda o un Tao. Entonces, el abuso de drogas es un acto de profanación.
Según un artículo de Los Angeles Times, una de las figuras importantes que hace lobby por la legalización de la marihuana en Estados Unidos es un progresista adinerado [26]. En marzo de 2017, seis senadores escribieron cartas al Departamento de Estado de EE. UU. solicitando investigar a este individuo por usar su fundación para promover el progresismo en el extranjero y subvertir a los gobiernos conservadores. [27]
La legalización de las drogas es un paso adicional para incentivar que la gente pierda sus inhibiciones y se desconecte de lo divino. Cuando la sociedad experimenta agitación y recesión económica, los comunistas aprovechan la oportunidad para obtener el poder político.
Legalización del matrimonio homosexual
Schlafly enumeró doce métodos que los jueces utilizan para socavar la moral: reescribir la Constitución, censurar el reconocimiento de Dios, redefinir el matrimonio, socavar la soberanía de EE. UU., amenazar los derechos a la propiedad, promover la pornografía, fomentar el feminismo, obstaculizar a las fuerzas del orden público, invitar a la inmigración ilegal, interferir en las elecciones, asumir los derechos de los padres e imponer impuestos. [28]
El libro Génesis describe la destrucción de Sodoma. Uno de los crímenes que cometieron los residentes de esta condenada ciudad fue la homosexualidad. Este es el origen del término “sodomía”, que significa relaciones sexuales entre hombres. Aquellos con conocimiento básico de La Biblia sabrán que la homosexualidad va en contra de la voluntad de Dios.
En junio de 2015, la Corte Suprema falló, en una decisión 5-4, que el matrimonio homosexual es un derecho garantizado por la Constitución [29]. Cuando se emitió el fallo, el presidente de EE. UU. de ese momento cambió la imagen de la cuenta oficial de Twitter de la Casa Blanca a la bandera arcoíris en apoyo a los derechos LGBT. Para trece estados que aún no permitían el matrimonio homosexual, el fallo de la Corte Suprema les prohibió implementar sus leyes locales. En agosto de 2015, una empleada del condado de Rowan en Kentucky se rehusó a emitir certificados de matrimonio para parejas del mismo sexo debido a sus creencias. Luego estuvo cinco días encarcelada por negarse a seguir la orden de una corte federal de emitir los documentos [30]. De hecho, la corte había violado su derecho constitucional a la libertad de creencia. Al comentar sobre el caso de la empleada, el exgobernador de Arkansas y excandidato presidencial republicano Mike Huckabee calificó al fallo de la Corte Suprema sobre el matrimonio como “tiranía judicial”. [31]
Hasta 2019, veintiocho países y territorios reconocieron o aceptaron oficialmente el matrimonio homosexual, entre ellos países occidentales desarrollados como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, España, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Portugal, Bélgica, Australia, Nueva Zelanda y Canadá. La ley tiene el poder de reforzar la moral o influir para que se mueva en otra dirección. Legalizar comportamientos que se desvían de los valores morales tradicionales es lo mismo que hacer que el gobierno y las leyes entrenen a la gente para traicionar la moral y desobedecer los mandamientos divinos.
Bajo la influencia de la corrección política, las críticas al caos en el que se encuentra nuestra sociedad –sea que provengan de personas, de asociaciones civiles o de grupos religiosos en particular– fácilmente puede llegar al nivel de convertirse en una política o una ley, y resultar en restricciones a la libertad de expresión u otros castigos. Tras la legalización del comportamiento inmoral, cualquier comentario o crítica sobre temas relacionados suele ser acusado de violar la ley, como los relacionados a la discriminación por género. La ley ha sido tergiversada hasta convertirse en un medio para estrangular la habilidad de la gente para hacer juicios morales. En esencia está promoviendo la homosexualidad e incentivando a la gente a entregarse al deseo inagotable y a la degeneración.
d. Restricción de las fuerzas del orden público
Bajo la influencia progresista, muchos jueces u órganos legislativos restringen deliberadamente el poder legítimo de las fuerzas del orden público, lo que equivale a hacer la vista gorda al crimen. El objetivo del espectro comunista al hacer esto es paralizar el aparato estatal a fin de provocar tumulto social, lo que a su vez genera excusas para la expansión del gobierno o las condiciones necesarias para un golpe de Estado o una revolución.
Muchos estados han aprobado leyes izquierdistas, un ejemplo típico de ello son las políticas de “estado santuario”. Entre otras disposiciones, un estado santuario por lo general prohíbe a los agentes federales de inmigración arrestar a extranjeros ilegales en las prisiones locales, incluyendo a aquellos con órdenes de arresto vigentes. La policía local tiene prohibido cooperar y comunicarse con agentes federales para cumplir con las leyes de inmigración.
Esto plantea un serio riesgo para la seguridad del público general. En julio de 2015, el inmigrante ilegal José Inez García Zárate disparó y mató a una mujer que caminaba por un muelle en San Francisco. Zárate tenía un historial de crímenes: había sido sentenciado por siete delitos relacionados a las drogas, robos y posesión de armas, y había sido deportado cinco veces. Con las leyes santuario de San Francisco, las autoridades liberaron a Zárate tres meses antes de dicho crimen en vez de entregarlo a las autoridades federales de inmigración, que habían solicitado su custodia para deportarlo.
Cuando un criminal es sometido a juicio, hay normas extremadamente estrictas para la fiscalía. Esto supuestamente es para proteger los derechos legítimos del sospechoso, pero el resultado suele ser que los criminales se aprovechan de las lagunas en la ley. Sospechosos maliciosos, o quienes tienen cierto estatus o privilegios, o quienes entienden las leyes y regulaciones, o quienes contratan a abogados habilidosos, pueden entorpecer el proceso legal a costa del sistema judicial. Puede ser muy difícil llevar ante la justicia a los culpables.
Influidos por la generalización de la “liberación sexual”, los veredictos en casos relacionados a crímenes sexuales suelen citar hallazgos de investigaciones de Alfred Kinsey o activistas que lo siguen para argumentar que el daño causado por el abuso sexual es mínimo o nulo. Muchos casos se han cerrado reduciendo las sentencias de abusadores sexuales [32]. A muchos criminales comunes también se les han reducido sus sentencias, supuestamente debido a recortes de presupuesto o alegando los derechos del prisionero. Pero la verdadera motivación es la corrección política para debilitar el poder de la ley, perturbar el orden social y pavimentar el camino para una mayor expansión del gobierno.
Para que la ley sea justa, debe aplicar un castigo estricto a quienes cometen crímenes imperdonables. Desde la antigüedad, el asesinato era castigado con la muerte. Pero hoy en día, algunos países y territorios han abolido la pena capital en base a argumentos como “humanidad”, “tolerancia” o un aparente respeto por la vida.
Bajo la influencia del retorcido liberalismo moderno o progresismo, algunas personas dan un desmerecido peso a los derechos del prisionero –sin importar la gravedad del crimen– mientras mantienen un extraño silencio con respecto a las víctimas. Si un asesino come y tiene un techo gracias al dinero de los contribuyentes, su pérdida de libertad difícilmente sea algo justo en comparación con la muerte de la víctima y el trauma ocasionado a los seres queridos. Muchos investigadores en Estados Unidos han descubierto que la pena capital es efectiva para disminuir los crímenes. David Muhlhausen, analista senior de políticas en la Fundación Heritage, testificó ante el Comité Judicial del Senado en 2007 y dijo que la pena capital tiene un efecto de disuasión y puede salvar vidas. En los años 90, tres profesores, incluyendo Paul Rubin de la Universidad Emory, examinaron veinte años de estadísticas criminales de tres mil ciudades y pueblos de Estados Unidos y llegaron a la conclusión de que “cada ejecución tiene como resultado, en promedio, dieciocho asesinatos menos –con un margen de error de diez más o menos”. [33]
Aun académicos que están en contra de la pena capital deben admitir que tiene un efecto de disuasión. Al llevar a un extremo los conceptos de libertad y legalidad, la izquierda ha distorsionado la ley y le ha quitado su santidad.
e. Utilización de leyes extranjeras para debilitar la soberanía de EE. UU.
Cuando los jueces progresistas no pueden encontrar las palabras adecuadas en la Constitución de EE. UU. para apoyar sus opiniones personales, utilizan leyes promulgadas en otros países para justificar sus argumentos.
Por ejemplo, en el caso de Lawrence v. Texas (2003) en la Corte Suprema, los jueces progresistas quisieron revocar un estatuto de Texas que prohíbe que adultos homosexuales participen de actos sexuales, pero no pudieron encontrar nada en la Constitución para apoyar su caso. Entonces citaron una agencia “con autoridad” fuera de Estados Unidos para decir que la homosexualidad es “una parte integral de la libertad humana en muchos otros países” y lograron revocar la ley. Este caso dio como resultado la revocación de estatutos similares en otros trece estados. [34]
El pensamiento comunista se ha dispersado por todo el mundo en formas diferentes. La tendencia socialista en Asia y Europa se ve a simple vista, y también tiene una gran influencia en África y América Latina. Países como Zimbabue y Venezuela son socialistas en todo excepto en su nombre. Incluso Canadá no está libre de su influencia.
El comercio y la globalización han hecho que Estados Unidos esté más conectado con otros países. A fin de introducir elementos del socialismo en el país, jueces progresistas se aprovechan de la excusa de adaptarse a las convenciones internacionales y luego utilizan el precedente para alterar el espíritu de la Constitución. Como líder del mundo libre, si ni siquiera Estados Unidos puede mantener los estándares tradicionales básicos, el mundo entero caerá presa del comunismo.
4. Restaurar el espíritu de la ley
Hoy en día, la ley ha quedado enfrentada a las enseñanzas divinas que originalmente la inspiraron. La legalidad se ha convertido en una herramienta que utiliza el espectro del comunismo para pisotear los cimientos morales de la sociedad humana, arrastrándola hasta el borde de la destrucción. Las leyes antitradicionales e inmorales han debilitado la capacidad de la ley de mantener el orden social, y así la expansión del poder del Estado queda como la única “solución” para el malestar.
En un sistema legal controlado por el espectro comunista, la gente solo tendría dos opciones: rehusarse a obedecer a las autoridades y sus leyes degeneradas o traicionar su propia moral para cumplir la ley. Lo primero significaría la destrucción de la ley en la práctica, ya que como dijo el jurista Harold Berman, “Hay que creer en la ley, de lo contrario, solo existe de palabra” [35]. La última opción implicaría un callejón sin salida para la decadencia moral y crearía un ciclo descendente en el que la ley y el estado de la sociedad competirían para determinar cuál llega primero al fondo. En cualquier caso, la sociedad en general no tendría salida ante este torbellino demoníaco.
El libro El comunismo al desnudo de 1958 enumera cuarenta y cinco objetivos que el comunismo busca cumplir para infiltrarse y socavar a Estados Unidos. Siete de ellos están relacionados con el sistema legal. [36]
El 16° objetivo consiste en utilizar las decisiones técnicas de los tribunales para debilitar importantes instituciones estadounidenses, diciendo que sus conductas atentan contra los derechos civiles.
El 24° objetivo es abolir todas las leyes que restrinjan el contenido indecente, presentándolas como censura que viola la libertad de opinión y de expresión.
El 29° es criticar a la Constitución como imperfecta, obsoleta o incompatible con la práctica internacional.
El 33° es abolir todas las leyes que interfieran con el aparato comunista.
El 38° objetivo es hacer que sea legal que los agentes no policiales realicen arrestos. Todos los problemas de comportamiento deben ser delegados a trabajadores de la salud mental.
El 39° es tomar el control del campo de la psiquiatría e imponer leyes de salud mental para controlar a las personas que se oponen a los objetivos del comunismo.
El 45° objetivo es abolir la Reserva Connally, también conocida como la Enmienda Connally. Esta regulación otorga el derecho a Estados Unidos de favorecer la jurisdicción nacional por sobre los fallos de cortes internacionales. El propósito de este objetivo es evitar que Estados Unidos proteja su soberanía nacional y en cambio hacer que organismos internacionales como la Corte Internacional de Justicia prevalezcan sobre el sistema judicial de EE. UU.
Al comparar los objetivos anunciados arriba con lo que ya ha sido implementado, da la impresión de que el comunismo está en posición de seguir socavando la ley y la justicia de Estados Unidos.
Sean políticas estatales de odio en países controlados por regímenes comunistas o regulaciones en países occidentales donde la ideología comunista ha erosionado a las instituciones legislativas y judiciales, en ambos casos el objetivo es el espíritu de la ley, es decir, la reverencia a lo divino y la moral tradicional.
Si no somos capaces de mantener los estándares morales establecidos por el mandamiento divino como nuestro criterio para distinguir el bien del mal, la sociedad continuará creando leyes basadas en la ideología comunista, que favorecen lo perverso y suprimen lo recto. La sociedad perderá sus principios divinos de justicia y libertad y sucumbirá a la tiranía del espectro comunista.
Referencias
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19. Elk Grove Unified School District v. Newdow, 542 U.S. 1 (2004).
20. US Congress, House, Expressing the Sense of the House of Representatives that Newdow v. US Congress Was Erroneously Decided, and for Other Purposes, HR 459, 107th Cong., 1st sess., introduced and agreed in House June 27, 2002, https://www.congress.gov/bill/107th-congress/house-resolution/459.
21. US Congress, Senate, A Resolution Expressing Support for the Pledge of Allegiance, S. 292, 107th Cong., 1st sess., introduced and agreed in Senate June 26, 2002, https://www.congress.gov/bill/107th-congress/senate-resolution/292.
22. Schlafly, The Supremacists, 30.
23. Ibid., 58.
24. Ibid., 60–61.
25. “CNN Revels in Pot Smoke During New Year’s Eve Report From Denver,” Fox News, January 1, 2018, http://www.foxnews.com/entertainment/2018/01/01/cnn-revels-in-pot-smoke-during-new-years-eve-report-from-denver.html.
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28. Schlafly, The Supremacists.
29. Obergefell v. Hodges, 576 U.S. 644 (2015).
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32. Stop the Kinsey Institute Coalition, “Kinsey Helped Undermine Laws Protecting Women & Children,” accessed on April 20, 2020, http://stopthekinseyinstitute.org/more/undermining-laws.
33. Paul Rubin, et al., “Does Capital Punishment Have a Deterrent Effect? New Evidence From Post-Moratorium Panel Data,” Clemson University and Emory University (October 2003), https://cjlf.org/deathpenalty/DezRubShepDeterFinal.pdf.
34. Lawrence v. Texas, 539 U.S. 558 (2003).
35. Berman, The Interaction.
36. Skousen, The Naked Communist.
«Cómo el espectro del comunismo rige nuestro mundo» es un libro del equipo editorial de Nueve comentarios sobre el Partido Comunista chino.
Artículo original publicado por Epoch Times (español) AQUÍ.
Continúa con: Cómo el espectro del comunismo rige nuestro mundo – Capítulo 11: Profanación de las artes