Lisa Curtis, directora principal del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos para Asia Meridional y Central, dijo que el presidente Trump está dispuesto a enfrentar los riesgos que implica generar alianzas con países asiáticos para enfrentar al régimen chino.
Lisa Curtis, quien se convirtió en un alto funcionario del gobierno de los Estados Unidos, en su discurso de apertura en un seminario web sobre “La creciente influencia y estrategia regional de China”, marcó una lista de países limítrofes o cercanos a China, que incluye a India, Bangladesh, Nepal y Bután, con los que Estados Unidos estaría fortaleciendo sus lazos económicos y militares.
Estas nuevas relaciones estratégicamente diseñadas para hacer frente al poder del régimen chino, no son bien recibidas por las autoridades chinas con quien la administración Trump mantiene una relación de extrema tensión, sobre todo desde que comenzó la pandemia del virus del PCCh.
“Estados Unidos está dispuesto a aceptar más riesgos en la relación Estados Unidos – China, y creo que cada parte tendrá que acostumbrarse a estas nuevas directrices que dirigirán la política estadounidense en la región a medida que avanzamos”, dijo Curtis.
La profunda relación que están generando Estados Unidos e India está basada, según Curtis, en un reconocimiento del compromiso que ambos países tienen con el desarrollo de una región libre, abierta y transparente en el Indo-Pacífico, y también en asegurar que las demás naciones de Asia Central y del Sur puedan mantener su propia soberanía.
La llamada “estrategia del Indo-Pacífico” de la administración Trump, conforma un intento estratégico de geopolítica que busca extender y desarrollar conexiones y alianzas desde el sur de Asia hasta la costa del Pacífico de los Estados Unidos, incluyendo India y Japón. Esto es visto por el régimen chino como una amenaza contra su ascenso de poder en la región.
Tal como dijo Ali Wyne, un miembro senior no residente del Atlantic Council y miembro no residente del Modern War Institute en una nota de SCMP, el reciente enfrentamiento armado fronterizo entre India y China, la tensión por los reclamos marítimos en el Mar del Sur de China y el aumento de la presión militar y económica sobre Taiwán puede haber ayudado a presionar a los países de la región a cooperar más con Estados Unidos. Así y todo la realidad es que la administración Trump deberá realizar muchos esfuerzos para afianzar su relación con los países asiáticos.
Según Wyne existen al menos dos razones por las que aún no está definido si los países asiáticos con los que Estados Unidos está intentando profundizar relaciones finalmente cooperarán en la lucha para contrarrestar al régimen chino.
“En primer lugar, la proximidad geográfica y la dependencia económica limitan la medida en que pueden hacer retroceder la firmeza de Beijing sin perjudicar sus propios intereses nacionales”, dijo Wyne.
“En segundo lugar, muchos de ellos se muestran reacios a hacer causa común con los Estados Unidos en vista de las políticas comerciales que ha practicado en los últimos años”, continuó la funcionaria.
Por otro lado según informó SCMP, el Ministro de Relaciones Exteriores del régimen chino Wang Yi criticó las acciones estratégicas de Estados Unidos diciendo que han roto las normas básicas de relaciones internacionales y estas provocarán que el mundo caiga en una crisis de división poniendo en peligro el destino y el futuro de la humanidad.
En contraposición a lo que dijo el Ministro Wang, el subsecretario de defensa para asuntos de seguridad del Indo-Pacífico David Halvey expresó que Estados Unidos se debe unir con los países asiáticos para enfrentar el desafío a largo plazo de defender y respetar los principios básicos de respeto de soberanía, transparencia, resolución pacífica de disputas y la libertad de circulación por aguas internacionales.
Por Ándres Vacca
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