La nueva ley impuesta por el régimen chino en Hong Kong permitió a la policía arrestar a 4 adolescentes, entre 16 y 21 años, solo por emitir mensajes que supuestamente incitaban a la secesión.
Bajo la nueva ley todas las personas que participan en protestas, cantan eslóganes o agitan banderas, se consideran infractores, lo que obligó a los líderes del movimiento que defiende la autonomía de Hong Kong a huir a otros países.
“Si continuamos con nuestra persistencia, definitivamente veremos el resurgimiento del estado de derecho en Hong Kong algún día”, escribió Benny Tai, un profesor asociado de derecho de una universidad de la cual fue despedido, informó AP el 30 de julio.
Tai fue condenado a 16 meses de cárcel como uno de los nueve líderes del Movimiento de los Paraguas que tomaron parte en las protestas de 2014 en busca de la democracia, y que luego salió bajo fianza.
Algunos ciudadanos más también fueron puestos en prisión por sus actividades en pro de la recuperación de sus derechos. Estos derechos fueron arrebatados por el régimen chino luego de romper el tratado internacional en el cual se había comprometido a respetarlos.
Hong Kong fue una colonia del Reino Unido hasta que este la transfirió al Partido Comunista de China (PCCh), bajo la promesa de respetar la autonomía que se le había concedido, lo que no ocurrió.
A los estudiantes encarcelados se los acusa por “decir que quieren establecer una república de Hong Kong, y que lucharán sin reservas por ello”, describió el comandante de la policía.
“También dijeron que quieren unir a todos los grupos pro-independencia de Hong Kong para este propósito”, añadió el mismo funcionario.
La ley reprime severamente la disidencia con penas que pueden llegar a cadena perpetua, en caso de que condene a los acusados de “interferencia extranjera” o de patrocinio de una organización “terrorista”.
Las medidas tomadas por el PCCh contra los hongkoneses fueron rechazadas por varios países.
Adicionalmente, el Reino Unido ofreció la residencia a alrededor de 3 millones de residentes de Hong Kong, y Australia estudia la posibilidad de amparar a otros en su territorio bajo circunstancias especiales.
Por su parte, Estados Unidos apoya decididamente la autonomía de la ciudad, por lo que emitió sanciones contra los bancos o personas, que participen en acciones represivas contra ella.
A su vez, Canadá, y Nueva Zelanda suspendieron sus respectivos convenios de extradición con el PCCh, en solidaridad con los hongkoneses que se establezcan en sus territorios.“Utilizar la ley de seguridad nacional para erosionar las libertades fundamentales y crear una atmósfera de coerción y autocensura es una tragedia para Hong Kong”, dijo el Cónsul General de los Estados Unidos en Hong Kong y Macao, Hanscom Smith, de acuerdo con Taipei Times.
Por Jose Hermosa