Traducido de Natural News por TierraPura.org
Por Mike Adams
¿Notan cómo los medios principales han dejado de hablar de “muertes” de coronavirus y han pasado a “casos” de coronavirus? Eso es porque el término “casos” es un término equivocado. Cualquier persona que dé positivo en el test es ahora considerado un “caso”. Así que a medida que se realizan más pruebas, están surgiendo más “casos”.
Pero tengo malas noticias para el corrompido establishment médico: Un resultado positivo en las pruebas de un virus no crea un “caso” de enfermedad.
Como todo médico y virólogo sabe, un “caso” solo se determina cuando una persona tiene:
1) Una manifestación sintomática de la enfermedad
2) La presencia de un patógeno identificado que se sabe que causa tales síntomas
El simple hecho de portar un virus no es un “caso”. Si eso fuera cierto, entonces a la gran mayoría de los ciudadanos se les diagnosticaría ahora mismo “casos” de influenza, y estaríamos en un pánico pandémico de influenza declarado por los medios de comunicación.
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El simple hecho de portar un virus sin mostrar síntomas de enfermedad no constituye un “caso”…
Resulta que las cepas virales que la gente lleva sin síntomas no tienen mucha importancia. La mayoría de los portadores no son contagiosos, y la mayoría de los patógenos son inofensivos o están latentes a menos que el portador experimente repentinamente una inmunosupresión (por algo como el estrés extremo de perder su trabajo, por ejemplo, o de estar encerrado en su propia casa).
Recorrer el país con pruebas de covid 19 y encontrar cada vez más personas que portan el virus sin síntomas no es una medicina legítima. Es una farsa. O una “estafa” para ser más precisos. No hace nada por la salud pública y es utilizada principalmente por el corrupto complejo industrial de las Big Pharma (Grandes Farmacéuticas) para estafar a los contribuyentes con miles de millones de dólares, al pretender que todo el mundo necesita ser inyectado con vacunas de alta rentabilidad.
A mediados de abril, el coronavirus convertido en ‘arma’ mataba a 1 de cada 10 personas que infectaba, pero a medida que el virus perdía muchas de sus propiedades de “ganancia de función”, se volvía mucho menos letal. Esto se llama “adaptación del huésped” al patógeno y es un fenómeno bien conocido en virología.
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Ahora, el coronavirus es proporcionalmente menos fatal que antes, lo que significa que la mayoría de las personas que lo portan no serán afectadas por él. La gran mayoría ni siquiera será sintomática. El coronavirus que circula en la naturaleza se acerca rápidamente a niveles de coexistencia con huéspedes humanos similares a los de la gripe. Y eso significa que testear a personas asintomáticas para detectar la presencia del virus no logra otra cosa que propagar un pánico irracional sobre una enfermedad que ya no es una gran amenaza para las masas. (Pero no dejes de lado a los malvados globalistas para liberar una nueva cepa que está armada de una manera totalmente nueva, ya que ese parece ser su modelo para la dominación global y el genocidio anti-humano).
Hubo un tiempo, al principio de la pandemia, en que los testeos a todo el mundo tenían sentido. Era necesario identificar a los “portadores asintomáticos” que eran capaces de transmitir el patógeno a otros. A principios de 2020 vimos a los llamados “superdifusores”, entre los que se encontraban personas de Corea del Sur que infectaron a cientos de personas sin siquiera saberlo.
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Pero como la letalidad del virus ha ido en picada, la justificación para analizar a personas asintomáticas por la mera presencia del virus se ha evaporado. Ya no es médicamente justificable realizar tales pruebas a menos que una persona muestre síntomas obvios de enfermedad.
El CDC siempre elige el curso de acción que haga más dinero para las compañías de vacunas
Encuentro interesante que cuando fue necesario hacer pruebas asintomáticas, el CDC se opuso, argumentando que solo las personas sintomáticas deberían ser examinadas. Esto llevó a una explosión en el número de personas infectadas en febrero, marzo y abril. Pero ahora que las pruebas asintomáticas ya no son necesarias, el CDC quiere que todo el mundo se someta a las mismas, para perpetuar los números de “casos” fraudulentos y generar una mayor demanda de vacunas de alta rentabilidad.
En otras palabras, siempre se puede contar con el CDC para que tome cualquier medida que promueva la propagación de la pandemia y, por lo tanto, promueva los intereses financieros de los fabricantes de vacunas.
La simple verdad de todo esto es que el CDC y las Big Pharma son cárteles criminales que explotan esta “plandemia” diseñada para esclavizar a la humanidad y extraer locas ganancias de los contribuyentes.
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