Los templos ancestrales y los santuarios situados en áreas rurales, donde la gente le rinde homenaje a sus antepasados, eran demolidos durante la Revolución Cultural al ser considerados reliquias de los “cuatro viejos”: viejas costumbres, cultura, hábitos e ideas. Bajo el Gobierno del presidente Xi Jinping, los restantes templos ancestrales están siendo apropiados por el Gobierno y son convertidos en centros de propaganda.
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El templo ancestral perteneciente al clan Guo situado en la aldea de Cengshan, administrada por el poblado de Shima del condado de Yongfeng, en la provincia suroriental de Jiangxi, fue construido en el octavo año del emperador Zhengtong (1436-1449) durante la dinastía Ming (1368-1644). El templo de 1320 metros cuadrados ha sido renovado tres veces, conservando sus estructuras originales.
Pero durante la segunda mitad del año pasado, por orden del Gobierno del poblado de Shima, el comité de la aldea convirtió el templo en una base de propaganda del Partido, gastando 600 000 yuanes (unos 87 000 dólares).
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A pesar de que el letrero del templo permanece situado sobre su entrada, en el muro exterior se grabaron los valores socialistas centrales y en el interior del mismo se exhiben otras consignas propagandísticas. Consignas de Xi Jinping, tales como «No te olvides de la intención original; mantén la misión en tu mente” y “Construyamos juntos el sueño chino”, han reemplazado a las placas conmemorativas del templo.
«El templo ancestral era un lugar para conmemorar a nuestros antepasados, pero nos vimos obligados a convertirlo en un centro de propaganda del Partido Comunista Chino [PCCh]», afirmó con impotencia un residente de la aldea.
El templo ancestral público de Yongmin, de aproximadamente 874 metros cuadrados, emplazado en la aldea de Meikeng de Yongfeng, fue construido en la década de 1840. En marzo del año pasado, el Gobierno local lo convirtió en una «estación de prácticas civilizatorias para una nueva era» como parte del proyecto nacional tendiente a promover el pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para una nueva era, puesto en marcha por el PCCh en julio de 2018.
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Huang Kunming, jefe del Departamento de Publicidad del PCCh, enfatizó que el proyecto debía «solidificar y fortalecer la publicidad y la labor ideológica del Partido a nivel de base» y era una medida necesaria para promover el “pensamiento de Xi Jinping” e «inculcarlo en la mente de la gente». A lo largo de toda China, numerosos lugares de culto han sido convertidos en estaciones de práctica de este tipo.
El templo de Yongmin ahora está colmado de diversas consignas propagandísticas y de libros, tales como: Xi Jinping: el Gobierno de China.
El templo ancestral público de Chaoyi, el cual posee una historia de 155 años, emplazado en el municipio de Shangxi de Yongfeng, también ha sido rectificado. Sus muros ahora están cubiertos con citas de Mao Zedong y carteles propagandísticos con consignas tales como: «El comunismo es un paraíso celestial» y «La comuna popular es una escalera celestial». Ambos lemas fueron promovidos durante el Gran Salto Adelante, una campaña puesta en marcha por el presidente Mao en el año 1958 para hacer de China una «sociedad socialista próspera» con la ayuda de las comunas populares —las unidades colectivas más grandes de la China rural— que se suponía que ayudarían a «ascender al paraíso celestial del comunismo».
Según fuentes locales, otros 13 templos ancestrales emplazados en el condado de Yongfeng han sido reconvertidos de manera similar.
Fuente: Bitter Winter.
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