Por José Hermosa
Un disidente chino de 24 años, y ahora activista residente en el extranjero, relató los hechos de una investigación que efectuó después del 3 de noviembre, ante el shock que le produjo el acostarse con la satisfacción de que el presidente estadounidense, Donald Trump, iba ganando y saber al despertarse que había “perdido”.
Vinness Ollervides, seudónimo del activista, quedó intrigado al escuchar que se habían descubierto boletas impresas en China, según publica la investigadora Jennifer Zeng, el 30 de diciembre.
A continuación llamó a sus contactos en China y obtuvo los datos de una gran imprenta que también producía papelería oficial del Partido Comunista de China (PCCh)
Luego de hacer que sus amigos le presentaran una boleta de voto estadounidense al representante de la impresora, se sorprendió ante la confirmación de este acerca de que ya había imprimido muchos ejemplares de ese mismo modelo y que todavía le quedaba una gran cantidad por entregar.
Al observar las muestras que le enviaron de la impresora no le quedó duda. Eran muestras de los estados de Florida, Carolina del Norte y de Misisipi.
Para generar confianza y demostrar la supuesta autenticidad de su capacidad de negociación Ollervides envió a la empresa china un avance de 5.000 dólares.
Asimismo, proporcionó a Zang los audios de sus conversaciones con el productor en China y fotos de los documentos intercambiados con el empresario en el gran país asiático, quien aseguró que el precio más bajo se obtenía cuando se contrataba la impresión de millones de ejemplares, como ya lo había hecho con sus clientes anteriores.
Continuando con las especificaciones de la posible contratación el vendedor le explicó a Ollervides que la cantidad de boletas solicitadas se imprimiría en tres días, y para evitar las revisiones en la aduana estadounidense el material entraría por Canadá.
Igualmente, los impresos podrían venir mezclados con otros artículos y mercancías. Además, que la tinta y el papel serían idénticos pero que los mismos tipo de metal y la marca anti-falsificación no estaban disponibles.
Luego de relatar otros detalles Ollervides le confió a Zang que tan solo mandó a imprimir 5.000 boletas de votos y las envió a la Casa Blanca con su historia. Por otro lado, le desanimó que ningún medio quiso escuchar su versión de esos hechos.
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Al igual que Ollervides, muchas personas han aportado fotos, videos y otras evidencias del escandaloso fraude que frustra el proceso electoral presidencial en Estados Unidos.
A pesar de las demandas del equipo legal de la campaña Trump, en las que aparecen interferencias extranjeras que involucran al Partido Comunista de China, a Rusia e Irán la respuesta del sistema judicial ha sido prácticamente nula.
No obstante, la efervescencia patriótica no hace más que aumentar y se augura que los hechos de la semana próxima solo pueden desembocar en la declaración de la reelección del presidente estadounidense, Donald Trump, por cuatro años más en la Casa Blanca.