¿Se van dando cuenta que tras haber pasado varios días desde que se iniciaron las vacunaciones comienzan a aparecer las consecuencias de las mismas? Ahora las noticias nos llegan desde Suiza, país en el que se están utilizando la vacuna de Pfizer y su socio alemán BioNTech.
Según informa ‘Reuters‘, un hombre de 91 años que se había vacunado el pasado 24 de diciembre fallecía el día 29 tras empezar a encontrarse mal el día 26. Según el diario ‘Zeit‘, el médico de cabecera examinó al paciente por última vez el domingo 27 de diciembre por la noche. Estaba tranquilo, pero el estómago estaba duro y le provocaba muchos dolores cuando se le presionaba. El lunes, la residencia de ancianos en la que vivía no informó sobre el estado del paciente. El martes por la mañana, el médico fue informado por correo electrónico sobre el empeoramiento del estado general. El paciente ya había fallecido cuando lo llamaron.
Y ahora viene la versión de las autoridades sanitarias suizas sobre el asunto, dicen que no veían ningún vínculo entre la muerte de una persona de 91 años en el cantón de Lucerna y la vacuna COVID-19, y agregó que el fallecido padecía múltiples enfermedades antes de recibir la vacuna.
La pregunta es muy simple: Y si padecía múltiples enfermedades antes de recibir la vacuna, ¿por qué vacunaron a este hombre, para agravar esas enfermedades que ya padecía? Es que carece por completo de sentido la justificación y nos seguimos encontrando con que en estos momentos no se está vacunando a la gente, se está experimentando con ellos como si fueran cobayas y las consecuencias, como decíamos antes, van apareciendo continuamente. Esto está siendo escandaloso.
Fuente: eldiestro.es