Si los padres fundadores de Estados Unidos vieran en lo que el país por el que derramaron su sangre se ha convertido, sin duda alguna estarían sumamente decepcionados; todas las luchas, batallas, guerras que tuvieron que lucharse para constituir la nación más poderosa del planeta hoy parecen haber quedado en el olvido, una gran parte de la nación hoy reniega de los sacrificios de sus antepasados para legar un territorio libre donde hombres y mujeres pudieran desarrollar sus vidas sin autoritarismos.
La primera enmienda de la constitución americana dicta textualmente “El Congreso no podrá hacer ninguna ley con respecto al establecimiento de la religión, ni prohibiendo la libre práctica de la misma; ni limitando la libertad de expresión, ni de prensa; ni el derecho a la asamblea pacífica de las personas, ni de solicitar al gobierno una compensación de agravios”.
Este principio básico que ha regido la tradición americana, y que ha sido tantas veces citado por grandes pensadores, activistas, abogados, periodistas, filósofos, políticos, escritores, entre otros, hoy está siendo pisoteado y ninguneado por la izquierda estadounidense, la cual se encuentra claramente insatisfecha con que sus contrarios puedan expresar sus ideas.
En el programa de Brian Stelter en CNN, uno de los más vistos de la cadena, se entrevistó a Alex Stamos, un antiguo empleado de Facebook, para discutir sobre el “problema” que genera la libertad de expresión. Todo comenzó cuando Stelter dijo:
“Hay una crisis de información que está siendo perpetuada en mi opinión por plataformas en la que usted trabajaba, Facebook, Twitter, entre otras”.
El entrevistado respondió:
“Lo que pasa es que la gente tiene muchas opciones para elegir ahora, ellos pueden escoger cuáles son sus fuentes de información, ellos pueden escoger cual influencer seguir (…) creo que eso plantea un asunto importante de nuestras libertades como americanos y la forma como tratamos la libertad de prensa en el pasado está siendo abusada”.
Luego de eso Stamos agregó:
“Aquí tiene que haber un trabajo intencional de las compañías de redes sociales colaborando juntas para trabajar en la violencia extremista (conservadora) de la misma forma en que tratan a ISIS”
Ya en sus primeras intervenciones el entrevistado da a entender que era un problema que la gente tuviese tantas opciones para escoger, a su vez que hacía una falsa equivalencia entre los conservadores (republicanos) americanos y los miembros de ISIS. Stamos dijo que cuando trabajó en Facebook una de las tareas fundamentales era evitar que el Estado Islámico aprovechara la red para reclutar musulmanes, y a continuación menciona que ahora se trata de audiencia doméstica en Estados Unidos —refiriéndose a los conservadores—.
Luego de una breve pausa arremete de nuevo contra la existencia de un partido contrario, alega que ISIS no tiene representantes en el Congreso de Estados Unidos, pero que si hay un gran número de republicanos —haciéndolo parecer un problema—.
Finalmente Stamos remata:
“Tenemos que tirar abajo la capacidad de los influencers conservadores para alcanzar grandes audiencias, hay gente en YouTube que tiene más influencia que CNN durante el día”, alegando que Facebook y YouTube deben pensar cómo arreglar eso.
“Y tenemos que figurar que vamos a hacer con el problema de OAN y Newsmax TV (los nuevos canales conservadores en Estados Unidos), estas compañías tienen libertad de expresión, pero no estoy seguro que necesitemos que Verizon, AT&T, Comcast, los estén trayendo a millones de hogares, esto es permitirle a la gente que busque información que quiere”.
Tras estas declaraciones el presentador, Stelter, se despide, como si lo que hubiese acabado de alegar su entrevistado hubiese sido completamente normal. Claro, por supuesto: los conservadores son equivalentes a ISIS, hay que sacar de las cableras a los medios de otra tendencia, y las redes sociales deben buscar la manera de tirar abajo la influencia de los conservadores, cosas básicas de un país democrático, rutinarias.
Cabe acotar que recientemente Facebook, Twitter, YouTube, y el resto de grandes plataformas comunicacionales censuró nada más y nada menos, que al actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no solo el Jefe de Gobierno de la nación, sino a su vez, el representante directo de todos los americanos —les guste o no—, y el líder actual del Partido Republicano —la mitad del país—, aun así, pese a que las Big Tech se atrevieron a sacar del juego al mandatario de la nación más poderosa del mundo, los congresistas demócratas y otros medios de izquierda no están satisfechos con las medidas implementadas por Zuckerberg y Dorsey, pues las consideran tardías y también insuficientes.
Congresistas y otros medios también piden más autoritarismo
La representante demócrata por el estado de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez alegó que “Mark Zuckerberg y Facebook son parcialmente responsables de los eventos del miércoles, punto”, refiriéndose a lo ocurrido en el Capitolio.
Por otra parte, en MSNBC, otro medio de comunicación que se ha radicalizado a la izquierda, el presentador Joe Scarborough junto a Mika Brzezinski también vapulearon a las Big Tech por supuestamente colaborar con “el radicalismo” en Estados Unidos:
“Los algoritmos de Facebook fueron creados para hacer explotar este tipo de radicalismo (…) Facebook y Twitter establecieron sus modelos de negocio de una manera que llevaría a la insurrección contra los Estados Unidos”
Agregó: “haz mostrado que debiste haber hecho esto antes -refiriéndose al fundador de Facebook-, y quizás no hubiera gente muerta, no habría gente siguiendo información científica falsa sobre el coronavirus, quizás no hubiese habido una insurrección en el Capitolio (…) realmente, el liderazgo de Facebook es patético, Sheryl Sandberg y Mark Zuckerberg, ustedes son patéticos”.
La presentadora se siguió quejando de que no se hayan tomado antes acciones de censura drástica contra la otra mitad del país y arremetió contra los jefes de las Big Tech a pesar de haber cometido una censura obscena para favorecer las políticas de los demócratas, tapar escándalos de corrupción en los que estuvo ligado Hunter Biden —el hijo del entonces candidato presidencial—, y sobre todo, luego de ayudar a conceder la elección a Joe Biden censurando a Trump, su campaña y todo lo que pudiese perjudicar a la candidatura azul.
En Estados Unidos ya hay un discurso abierto y manifiesto por parte de la izquierda y un núcleo de miembros importantes del Partido Demócrata para normalizar la censura y la persecución al contrario, la libertad de expresión ya no se da por sentada, el autoritarismo ya es una petición pública. La policía del pensamiento anda suelta, y tal como sucede en todos los regímenes tiránicos y mayoritariamente de índole colectivista, se exige obediencia absoluta a los patrones emanados por el partido, por eso a pesar de que Zuckerberg y Dorsey se hayan prestado a los designios progresistas se les recrimina, pues se exige más rapidez y contundencia a la hora de actuar.
Nunca lo olviden, la revolución siempre se termina comiendo a sus hijos.
Fuente: El American