Traducido de Breitbart por TierraPura.org

El dictador venezolano Nicolás Maduro celebró la salida del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una transmisión nacional el miércoles, pareciendo reclamar cierta responsabilidad por su derrota electoral al declarar: “¡Lo vencimos!”.

Maduro también instó al presidente Joe Biden a buscar relaciones “respetuosas” con Venezuela, sin mencionar que anteriormente acusó a Biden de orquestar personalmente un fallido plan de asesinato contra él en 2015.

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La política de Trump en Venezuela estuvo marcada por su oposición al socialismo, repetidas referencias a Maduro como un dictador despiadado, y el apoyo al presidente Juan Guaidó, el legítimo jefe de Estado del país. Aunque Guaidó ha sido el presidente de la nación desde 2019, Maduro ha conservado el control total de los militares, impidiendo que Guaidó ejerza ningún poder ejecutivo, salvo el envío de embajadores a los países democráticos quienes han reconocido su legitimidad.

Biden, a partir del jueves, parece tener poco interés en cambiar la política de Trump hacia Maduro. Biden invitó al embajador de Guaidó en América, Carlos Vecchio, a su toma de posesión, y aceptó la condición de presidente de Guaidó. En su campaña, Biden acusó a Trump de ser blando con Maduro, a pesar de las extensas sanciones impuestas a Maduro y a sus funcionarios más cercanos durante la administración de Trump.

A diferencia de Trump, Biden ha conocido personalmente a Maduro. Los dos intercambiaron saludos amistosos durante la inauguración de la presidenta socialista brasileña Dilma Rousseff en 2015. Los informes de la época señalan que, a pesar de que Maduro estaba en el apogeo de su uso de la violencia estatal para silenciar a los disidentes, Biden bromeó con él y le elogió su peinado.

Maduro celebró el final de la era Trump el miércoles.

Hago un llamado de rectificación profunda y a fondo, al nuevo gobierno de los EE. UU., para terminar con la demonización de la Revolución Bolivariana, producto de las políticas extremistas y supremacistas de Trump. Abogamos por un nuevo comienzo en las relaciones bilaterales. pic.twitter.com/CNRWHpGqK9

– Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) 21 de enero de 2021

“Donald Trump se ha ido, le hemos vencido, la victoria de Venezuela”, declaró Maduro. “La cultura, identidad y rebeldía de Venezuela ha triunfado. Trump se va pero el Imperio permanece”.

Los comunistas latinoamericanos se refieren a los Estados Unidos como el “imperio” como una forma de demonizar la democracia preeminente del mundo.

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Maduro no elaboró el papel que Venezuela jugó en las elecciones americanas. Según el Centro de Investigación Pew, los votantes estadounidenses mencionaron la economía, la atención médica, los nombramientos en el Tribunal Supremo y la pandemia de coronavirus como los cuatro temas más importantes que influyeron en su voto. Venezuela no apareció de ninguna forma en la lista.

Los venezolano-estadounidenses también fueron fundamentales para asegurar una cómoda victoria en Florida para Trump, precisamente por sus políticas anti-Maduro. Sin embargo, sus comentarios del miércoles no fueron la primera vez que Maduro se atribuyó el mérito de la victoria electoral de Biden. En noviembre, afirmó que el apoyo al “imbécil” Guaidó le costó a Trump la elección, a pesar de que Biden también reconoce a Guaidó como el presidente de Venezuela.

“El fracaso de Trump en Venezuela le costó la elección. El hombre culpable de la derrota de Donald Trump tiene nombre y apellido en Venezuela, se llama Juan Guaidó”, alegó Maduro, antes de burlarse de Guaidó por reconocer la victoria de Biden en las elecciones.

Antes de estas afirmaciones, los secuaces de Maduro habían afirmado tener un plan no especificado para apoderarse de los Estados Unidos, comenzando con los disturbios socialistas en toda América Latina. En 2019, los socialistas y comunistas comenzaron a quemar ciudades en Chile, Ecuador y otros países vecinos, para el deleite de Diosdado Cabello, un presunto capo de la droga sancionado por los Estados Unidos.

“Lo que está sucediendo en Perú, Chile, Ecuador, Argentina, Honduras es solo una pequeña brisa, y lo que se avecina es un huracán bolivariano”, dijo Cabello a finales de 2019. “[La] brisa bolivariana llegará a los Estados Unidos y tendrá a alguien que gobierne para el pueblo”.

Maduro reconoció esta semana que había conocido personalmente a Biden: “Conozco a Joe Biden, no puedo decir nada más porque lo usarán en mi contra”. Pero no tomó nota de sus anteriores insultos contra el entonces vicepresidente. El mismo año en que ambos se conocieron, en 2015, Maduro declaró durante una emisión televisiva que los funcionarios americanos habían organizado un golpe contra su régimen.

“Acuso al vicepresidente de los EE. UU., Joe Biden”, declaró. Maduro pasaría más tarde a acusar también al presidente Barack Obama, y a Trump, de intentar matarlo.

Hablando el miércoles, Maduro describió a Biden como “un hombre que está dispuesto a arreglar los problemas de su país”. “Él ha dicho que están viviendo una gran crisis y ha llamado a la unidad de los americanos”, afirmó Maduro.

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“Trump se va, el Imperio permanece, pero Venezuela también permanece -en pie, digna, rebelde y victoriosa, y deberíamos decirle a los Estados Unidos, que queremos mejorar las relaciones en una relación de respeto, de reconocimiento mutuo, en una relación de futuro”, instó Maduro.

Como lo hizo esta semana, y lo hizo después de la victoria de Trump en 2016, Maduro instó a Biden a buscar la unidad con el régimen socialista venezolano en noviembre.

“Venezuela, la patria del Libertador Simón Bolívar siempre estará abierta al diálogo y al entendimiento con el pueblo y el gobierno de los Estados Unidos”, dijo Maduro en ese momento. “Con el tiempo… trabajaremos, esperemos, para reanudar canales de diálogo decentes, sinceros y directos con el futuro gobierno de Joe Biden”.

Biden no ha respondido públicamente, al momento de la publicación, a las propuestas de Maduro.

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