Traducido de Newstarget por Tierrapura.org
La agenda global renovada bajo Joe Biden Beijing es eliminar todos los combustibles fósiles y reemplazarlos con tecnologías de energía “renovable” que salvarán al planeta de un “apocalipsis” climático, o eso nos dicen. La verdad, sin embargo, es que el impulso de la energía “verde” de la izquierda es una forma de “imperialismo del carbono” radical que está privando de sus derechos a los pobres.
Net Zero, Climate Action, “Build Back Better” y el llamado “Great Reset” son solo algunos de los muchos nombres para esta transición global que se aleja del gas natural abundante y económico, el carbón limpio y el petróleo hacia los fuertemente subsidiados y tecnologías solares, eólicas y “eléctricas” altamente ineficientes.
Además del hecho de que la mayor parte de la infraestructura para las tecnologías de energía “renovable” se fabrica en China , toda ella representa un paso atrás para las personas de clase media y baja cuyas vidas dependen de una energía asequible.
Existe una muy buena razón por la que la mayor parte de la energía del mundo todavía proviene de combustibles fósiles. El petróleo, el carbón y el gas son baratos, abundantes y fáciles de convertir en riqueza y prosperidad para el hombre y la mujer de todos los días. Y, contrariamente a la creencia popular, los combustibles fósiles no son tan contaminantes como muchas personas afirman, especialmente gracias a los avances tecnológicos emergentes.
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“La tecnología de carbón limpio de Japón y los motores de combustión mejorados en los automóviles son dos de las muchas tecnologías que han reducido los contaminantes en las emisiones, lo que hace que los combustibles fósiles sean aún más deseables”, escribe Vijay Jarayaj para LifeSiteNews sobre combustibles fósiles limpios.
“En contraste, la energía eólica y solar representan un porcentaje insignificante del consumo de energía mundial… La contribución renovable al consumo de energía global en 2017 fue menos del 2%. La energía solar y eólica aportaron solo el 7% de la electricidad mundial en 2018″.
Cuando el sol no sale y el viento no sopla, la energía “verde” ya no existe
En cuanto a los coches “eléctricos” (VE), la mayor parte de la electricidad “limpia” que los alimenta proviene del carbón quemado, que en realidad es más contaminante que la combustión tradicional de gasolina.
En casi todos los frentes, la energía “verde” no es lo que parece. El juego de caparazón está diseñado para engañar a las personas durante el tiempo suficiente para diezmar la industria de los combustibles fósiles antes de que todos se den cuenta de que fueron engañados y ya sea demasiado tarde para dar marcha atrás.
La realidad es que es imposible reemplazar los combustibles fósiles con tecnologías inferiores como la solar y la eólica. La energía solar y eólica no solo son ineficientes y requieren un alto mantenimiento, sino que también tienen que pelear cuando las condiciones climáticas no son perfectas.
En Alemania, la escasez de energía continúa afectando a grandes ciudades como Berlín, que convirtieron gran parte de su red en energía solar y eólica, solo para ahora darse cuenta de que cometieron un gran error.
“Con este suministro de energía eólica y fotovoltaica, está entre 0 y 2 o 3 por ciento, es decir, cero de facto”, dice el Dr. Harald Schwarz, profesor de distribución de energía en la Universidad Tecnológica de Cottbus en Alemania.
“Se puede ver en muchos diagramas que tenemos días, semanas, en el año donde no tenemos ni energía eólica ni fotovoltaica. Especialmente en esta época (invierno), por ejemplo: no hay viento ni fotovoltaica, y a menudo hay momentos en los que el viento es muy minúsculo. Estas son cosas, debo decir, que se han establecido y conocido físicamente durante siglos, y simplemente lo hemos descuidado por completo durante la discusión sobre las energías verdes”.
A diferencia de América del Norte y algunas partes de Europa, América del Sur, Asia y África se apegan a los combustibles fósiles probados y verdaderos porque saben que son necesarios para que cualquier economía siga siendo próspera. Lo que Estados Unidos está haciendo bajo Beijing Biden, por otro lado, es una receta para el colapso económico total.
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