Elena Berberana
Jaime Metzl, asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha revelado la realidad no contada del viaje a Wuhan que han realizado recientemente un grupo de científicos e investigadores de la OMS. Casi año después de haber sido anunciada la pandemia mundial por el director del organismo, Tedros Adhanom, las autoridades chinas han permitido que varios expertos entren al país para averiguar el origen del brote del coronavirus. Sin embargo, esto no ha sido posible, tal y como ha narrado Metzl y otros científicos de la organización.
El investigador estadounidense ha criticado duramente la falta de transparencia de la OMS y no está de acuerdo con el informe elaborado por sus colegas, después de la visita a Wuhan. El asesor afirma que, prácticamente, fue una visita guiada por los funcionarios chinos. La escena de los hechos ya estaba montada como un teatro. “Primero fueron dos semanas en cuarentena. Después otras dos semanas en Wuhan. El equipo recibió solo instrucciones de los representantes chinos. Fue una investigación muy corta. Todos los informes y datos lo proporcionaban ellos”, confirmó el experto americano.
Metzl, preguntado sobre el asunto en la cadena Fox News, contestó que la OMS “es una organización estructuralmente inadecuada para una investigación profunda y agresiva sobre la Covid-19”.
El enfado no es para menos. Metzl no concibe que sus compañeros hayan descartado otras teorías sobre el origen del coronavirus y se hayan conformado con la información elaborada por el régimen comunista chino. El analista tampoco comprende que la OMS haya eliminado de la ecuación la posibilidad de la fuga accidental del laboratorio de Wuhan (CDC) o del Instituto de Virología de Wuhan (WIV).
“La conclusión publicada por la OMS es idéntica a la versión que le han ofrecido las autoridades en China. El resultado de la OMS sobre el origen del virus se ciñe solo a tres teorías. Una de ellas es que pudo haber un contagio directo entre el murciélago y el ser humano. La segunda explica que el contagio pudo producirse entre el murciélago y un huésped animal intermedio. Y la tercera es que la infección pudo venir a través del envío de comida congelada desde otro país. No se baraja en ningún momento la posibilidad de que saliera del laboratorio. Los investigadores de la OMS se negaron a investigar sobre esta hipótesis. Me molesta que esto haya pasado. Creo que es realmente terrible”, ha lamentado Metzl en Fox News.
El mismo día que Metzl lanzaba estas declaraciones, el jefe del grupo de investigadores de la OMS que estuvieron en Wuhan, Peter Embarek, publicó las conclusiones del viaje a China. En ningún momento hizo referencia a que las teorías de origen del virus fueron proporcionadas por los funcionarios chinos. Metlz compara las dos semanas que ha pasado el equipo de la OMS en Wuhan con una farsa en directo. “Fue un engaño. Lo ocultaron todo”, reitera durante la entrevista el especialista.
El asesor relata que el Partido Comunista Chino (PCCh) impidió que accedieran a instalaciones que no constaban en la ruta programada y lo define como un verdadero fracaso. “Las autoridades chinas están encubriendo el verdadero origen y han lanzado las teorías del traspaso del murciélago al humano y la de la comida congelada porque así se eximen de responsabilidades. Han borrado todas las huellas”, aclara el asesor de la OMS.
“La vía más probable es que el contagio se produjera del murciélago a una especie huésped intermediaria. Para investigar más sobre esta teoría necesitaremos más tiempo y estudios”, señaló Embarek contradiciendo a Metzl. “La hipótesis de que se escapara de un laboratorio es extremadamente improbable para explicar la introducción del virus en la población humana”, apuntó el director de la investigación negando el relato de su colega.
Pero Jaime Metzl desmiente a Embarek e incidió en que en Wuhan no ofrecieron ninguna evidencia de que el contagio de animal a humano hubiera sido el origen del brote. De hecho, ha asegurado que “las autoridades chinas llevan todo un año intentando demostrar sin éxito que el virus se traspasó de un animal a un humano. Por eso están ahora están sugiriendo que el virus vino de India, Bangladesh o Estados Unidos. Están escondiendo la verdad”, especificó el asesor de la OMS.
Metzl ha actualizado un informe con sus propias conclusiones. En el documento se puede leer que sirvió en la Administración Clinton, como director de Asuntos Multilaterales y Humanitarios, pero concreta que “no tiene ninguna agenda política”, puesto que lo más importante para él es descubrir la verdad sobre el origen de la pandemia. “En las primeras semanas críticas después del brote, las autoridades de Wuhan trabajaron agresivamente para silenciar a los denunciantes y destruir las pruebas que pudieran resultar incriminatorias”, escribe en su web de investigación.
El estadounidense explicita en su plataforma digital que “hay un 85% de probabilidades de que haya sido una fuga accidental del laboratorio y un 15% por transmisión de animales”, y asevera que el Ejército de Liberación Popular de China estuvo involucrado de alguna manera en la ocultación del origen del contagio del virus SarS-Cov-2. “A finales de enero de 2020, el general de división del EPL, Chen Wei, fue puesto a cargo de los esfuerzos de contención en Wuhan. Esta función incluía la supervisión del Instituto de Virología de Wuhan (WIV), que anteriormente se había considerado una institución civil. El general Chen es el principal experto en armas biológicas de China. El Ejército de Liberación Popular estaba realizando una investigación encubierta de doble investigación civil-militar sobre los coronavirus de murciélagos en el WIV que no han sido probadas”, cita en su investigación.
Metzl argumenta que “el gobierno chino presionó masivamente a la OMS para evitar que la OMS declarara la Covid-19 como una emergencia internacional e impidió que los investigadores de la OMS entraran a China durante casi un mes”.
El asesor de la OMS no está nada contento con la dirección de Tedros Adhanom. Sobre ello, cabe recordar que el etíope al frente de la OMS es un aliado de China y amigo de Xi Jinping. Además, fue acusado por Human Rights de ocultar las epidemias del cólera en su país. “Deberíamos conseguir una comunidad de democracias, de países socios. Unirnos y concretar cuál es la información básica que debemos exigir a China. Esto no es un “oigan, ¿pueden hacernos un favor?” No. 2,4 millones de personas han muerto “, finalizó muy serio el experto de la OMS.
El régimen chino se niega a dar información
Otros asesores de la OMS que estuvieron en el viaje a Wuhan, días después de las declaraciones de Metzl, han dado la razón al asesor americano. Los científicos han denunciado que las autoridades chinas se han negado a entregar información.
El microbiólogo australiano Dominic Dwyer ha contado que solicitaron los datos en crudo de 174 casos identificados en la primera fase de la pandemia, en Wuhan, en diciembre de 2019, pero solo se les ha proporcionado un resumen. “No sé decir por qué no nos los han dado. Si es por motivos políticos, por tiempos o si es difícil… pero si hay otros motivos, los desconozco. Solo se puede especular”, ha transmitido Dwyer.
“La gente de la OMS cree ciertamente que han recibido muchos más datos que en años anteriores, así que en sí mismo es un avance”, ha informado el investigador. El equipo llegó el 14 de enero a Wuhan, considerada como la ciudad epicentro de la pandemia, y, tras dos semanas de cuarentena, visitó lugares como el mercado mayorista de mariscos de Huanan, donde se produjo el primer grupo de infecciones conocido, así como el Instituto de Virología de Wuhan. Según sus conclusiones, todavía no es posible determinar cómo se introdujo el virus de la Covid-19 en el mercado de Huanan, pero aseguran que estaba ya circulando por otros puntos de la ciudad en esas fechas.
Sobre la hipótesis del laboratorio, Dwyer indicó que no vieron nada sospechoso pero admitió que puede que no les dejaran verlo: “¿Nos enseñaron todo? No se puede saber. No fuimos escogidos para hacer un examen forense de prácticas de laboratorio”, ha declarado a su regreso.
Paralelamente, el jefe de la misión, Peter Embarek, indicó, según recoge CNN, que el brote de coronavirus en Wuhan podría ser mucho más extenso de lo que se pensaba y confirmó que no lograron acceder a las muestras de sangre de miles de pacientes, algo que confirmaría que China calló sobre el virus durante más tiempo del que se piensa y que pudo estar extendiéndose sin control mucho antes de que las autoridades lanzaran su primer aviso.
Fuente: Libertad Digital