Por Oriana Rivas

Facebook se ve nuevamente envuelto en polémicas por su posición respecto a la libertad de expresión. La novedad estalló en Australia por el bloqueo de contenidos con información elaborada por medios de comunicación. La red social ya viene llenando una lista de este tipo de medidas, que comenzaron en EE.UU. con las elecciones presidenciales.

Usuarios australianos se encontraron con el aviso de «no hay publicaciones» cuando quisieron acceder a cuentas confiables de noticias en la red social. A partir de allí comenzó el repudio.

#DeleteFacebook y #BoycottFacebook son las etiquetas que cobran fuerzas en Twitter, no solo en Australia sino en muchos otros países por una conducta que se ha vuelto reiterativa.

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Esta decisión no solo incluye noticias de medios de comunicación australiano, también abarca aquellas producidas por medios de fuera de Australia. Ninguna es visible.

Stephen Scheeler, exdirector ejecutivo de Facebook, se mostró a favor del boicot. “Soy un ex-Facebook orgulloso, pero con los años me exaspero cada vez más. Para Facebook y Mark Zuckerberg se trata demasiado del dinero y el poder, y no de lo bueno”, dijo de acuerdo a Infobae.

Una decisión arbitraria

El motivo de la decisión de Facebook es un nuevo proyecto de ley que plantea a las compañías tecnológicas alcanzar un acuerdo con los medios para remunerarles por la creación de noticias conforme a la monetización de los enlaces publicados en la plataforma, indica EFE.

Sin embargo, si no alcanzan un acuerdo comercial en el monto a pagar, la cifra será decidida por un tribunal en el papel de intermediario. Esta normativa ya fue aprobada por la Cámara de Representantes de Australia y posteriormente irá al Senado.

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Facebook rechazó la medida. La empresa se aferra a «desacuerdos fundamentales» en la propuesta de ley y por eso decidió «restringir la capacidad de los editores y el resto de las personas en Australia para compartir o leer contenidos noticiosos producidos por medios australianos o internacionales».

A juicio del director general de Facebook Australia y Nueva Zelanda, William Easton, el gobierno australiano los dejó frente a una “dura” elección entre “cumplir con una ley que ignora las realidades de esta relación, o dejar de permitir contenido de noticias en nuestros servicios en Australia” y que “con el corazón apesadumbrado” se inclinaron por la segunda opción, replicó Infobae.

Las consecuencias también tocaron a varios servicios de emergencia australianos, de acuerdo al reporte de EFE, que utilizan la plataforma para informar sobre accidentes o advertir a la población ante la posibilidad de desastres medioambientales. Algunos de ellos: el Servicio de Bomberos de Australia Occidental y la Oficina Nacional de Meteorología.

Para matizarlo, la red social restableció rápido estos perfiles y afirmó que las páginas oficiales «no deberían» verse afectadas.

La arrogancia de ‘Fakebook’

El rechazo a la censura impuesta por Facebook ha ido en aumento en las últimas horas. Inclusive el primer ministro australiano, Scott Morrison, criticó «la arrogancia» de Facebook. Aseguró que el gobierno no se dejará intimidar.

Los medios digitales australianos también se hicieron eco. Por ejemplo, en The Australian se leen titulares como «Facebook es sin duda, otro editor», «Fakebook’ muestra que lo único que le importa son las ganancias, no las personas» o «no me gusta, una red social no bloquea a millones de usuarios».

El tema llegó hasta la organización Human Rights Watch (HRW). Su directora para Australia, Elaine Pearson, defiende que se trata de un «giro peligroso» hecho por Facebook para «censurar el flujo de información a los australianos».

De hecho, hizo referencia a unas declaraciones de Zuckerberg que ponen en evidencia las contradicciones. En octubre de 2019 el CEO de Facebook decía que no veía correcto que una empresa privada censure a los políticos o las noticias en una democracia.

Esta y otras frases a favor de una supuesta libertad de expresión las lanzó durante un discurso en la Universidad de Georgetown. Un año después la red social, en conjunto con Twitter comenzaron a ir en contra de esta filosofía. El Senado de EEUU citó a ambos CEO por censurar el escándalo sobre Joe Biden y sus supuestos nexos con China. Luego de las elecciones en EEUU comenzaron las famosas imposiciones contra las publicaciones del entonces presidente Donald Trump.

Google prefiere negociar

Por el momento, Google cruzó la acera donde Facebook se mantiene. La multinacional Alphabet, matriz del motor de búsqueda, llegó a un acuerdo con News Corp, aceptando pagar por mostrar los contenidos en la sección de noticias.

News Corp a su vez es la empresa editora de varios medios. Estos son los que recibirán ingresos por sus contenidos: The Wall Street Journal, Barron’s, MarketWatch y The New York Post en EE.UU.; The Times, The Sunday Times y The Sun en el Reino Unido; y varias publicaciones en Australia como The Australian, Sky News, news.com.au y multitud de medios locales australianos.

Según EFE, Google llegó otro acuerdo similar con 121 empresas editoras de Francia y en los últimos tiempos ha cerrado contratos particulares con editores de Argentina, Brasil, Alemania y Reino Unido.

Sin embargo, Google no escapa de las acusaciones. Desde Estados Unidos pesan demandas antimonopolio por excluir competidores y beneficiar a ciertos anunciantes. Facebook también es señalado por abusar de su poder de mercado en las redes sociales. Estas plataformas supuestamente «gratuitas» para los usuarios parecen enfrentarse a nuevo escenarios sociales y políticos, menos complacientes que años atrás.

Fuente: panampost.com

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