El actor mexicano Eduardo Verástegui se ha negado a dar marcha atrás en su apoyo a Donald Trump, lo que llevó a los izquierdistas a exigir que también lo destituyan de la plataforma como el presidente en funciones.
“No pueden, ni quieren, enfrentarse al defensor de los no nacidos y la libertad religiosa. El presidente Trump no ha participado en una sola guerra en cuatro años”, escribió el actor en las redes sociales el lunes. “Seguirá luchando por la defensa de la vida y la libertad religiosa. La mentira tarde o temprano saldrá a la luz”.
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Tras la suspensión de la cuenta de Trump, el productor cambió su imagen de perfil por la anterior foto de Trump en Twitter. “Para los que odian, Twitter también tendría que cancelar sus cuentas”, escribió. “Durante todo el día incitan a la violencia con su odio. Twitter irá a la quiebra; Será mejor que lo mantengamos así, ejerciendo nuestra libertad de expresión. Odiadores, dejad de odiar tanto, el odio os va a hacer daño”.
El mexicano de 46 años agregó que si Twitter seguía “sus reglas” también tendría que cancelar las cuentas de quienes apoyan la legalización del aborto porque, en sus palabras, “incitan a la violencia cruel del asesinato de un bebé. en el vientre de su madre”.
Hace unos meses, Verástegui fue nombrado consultor de Trump por una iniciativa de la comunidad hispana y abogó por la necesidad de incrementar la influencia de los latinos en la toma de decisiones en Estados Unidos.
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A otra actriz mexicana, Patricia Navidad, se le suspendió la cuenta por publicar sus opiniones sobre el coronavirus y mostrar su apoyo incondicional a Trump. Su cuenta sigue abierta, pero ya hay varias peticiones de grupos y activistas de izquierda pidiendo su censura.
Twitter ha cerrado numerosas cuentas conservadoras tras suspender la cuenta del presidente. Varios senadores, periodistas y activistas republicanos han criticado la eliminación de miles de partidarios conservadores por parte de la compañía, y muchos de ellos ahora se están moviendo hacia plataformas alternativas como Gab y Parler.
Fuente: El American
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