Las mujeres detenidas en los campos de trabajo forzado administrados por el régimen comunista chino en el Tíbet, son “violadas de forma rutinaria” por sus guardias, según reportó en un informe Bitter Winter, una revista de derechos humanos, el jueves. Este martirio lo padecen también las mujeres musulmanas en Xinjiang, lo que parece evidenciar la existencia de una “cultura de la violación” en las prisiones del partido comunista chino (pcch).
Según el informe de Bitter Winter, el pcch en sus campos de concentración orientados a eliminar determinadas culturas, como es el caso de los tibetanos y los musulmanes uigures en la zona de Xinjiang, está promoviendo una “cultura de la violación” buscando con esa terrible acción quebrar la identidad étnica y religiosa de las mujeres.
Las denuncias de violación también son acompañadas de torturas de todo tipo, los corresponsales tibetanos de Bitter Winter afirmaron que los guardias de los campos de reeducación tibetanos usan picanas para ganado “para controlar y torturar a los reclusos, y es común que los usen para violar a las mujeres insertándolas en sus partes íntimas”.
“Esto les ocurre habitualmente a las monjas, a quienes se les dice que sus cuerpos ‘pertenecen’ al pcch en lugar de a los monasterios”, dijo una fuente tibetana según reveló el informe.
El objetivo final de este aberrante hecho, es que luego de que una monja haya sido violada sexualmente, se espera que no desee regresar a un convento y decida continuar con una vida secular.
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Según un estudio publicado en septiembre pasado por la Fundación Jamestown, el régimen chino obligó a más de 500.000 tibetanos a ir a campamentos de estilo militar diseñados para capacitar a “trabajadores rurales excedentes” en trabajadores industriales en la primera mitad de 2020.
Después de completar la “formación profesional” en los campos, que incluye adoctrinamiento político diseñado por el partido comunista chino, los tibetanos son transferidos a trabajar en fábricas en toda China según el estudio, que cita las cuotas laborales del gobierno chino. Las mujeres además son violadas sexualmente como parte del proceso.
Un informe de la BBC publicado el 2 de febrero alegó que los guardias de los campos de detención estatales de Xinjiang implementan la “violación sistemática” como forma de tortura. La emisora británica entrevistó a varias personas que dijeron que habían sido detenidas anteriormente o trabajaban en los campos, algunas de las cuales dijeron haber presenciado acciones similares a las descritas en los campos de trabajos forzados del Tíbet por Bitter Winter el jueves.
Tras la publicación de la BBC, otros medios como el Taiwan Times comenzaron a publicar una serie de testimonios de tortura y abuso sexual de mujeres en cárceles y campos de detención tibetanos.
Recientemente Fox News, entrevistó a Tursenay Ziawudun, sobreviviente de uno de los campos de trabajo forzados que el régimen comunista chino tiene en la zona de Xinjiang, donde cerca de un millón de musulmanes uigures han sido detenidos y padecen la persecución del régimen chino. Ziawudun ha logrado escapar, y ahora desde Estados Unidos relata sus padecimientos buscando lograr el apoyo e intervención de la comunidad internacional.
El relato de Tursenay, coincide con las atrocidades informadas en el artículo de Bitter Winter, confirmando que el régimen comunista chino continúa hoy en día violando, torturando y asesinando a mujeres en campos ilegales de detención, por el solo hecho de practicar su fe.