Traducido de nationalfile.com por TierraPura.org
La administración del gobernador demócrata Ralph Northam fue derrotada en los tribunales y el negocio seguirá abierto.
Un propietario de un restaurante en Fredericksburg, Virginia, EE. UU., que se negó a cumplir con el mandato de mascarilla del estado ha derrotado a la Administración Northam en los tribunales, defendiendo con éxito tanto su negocio como la libertad de elección después de negarse a dar marcha atrás en medio de los esfuerzos del departamento de salud para cerrar su negocio.
El juez Ricardo Rigual denegó la petición del Estado de Virginia de forzar el cierre inmediato y permanente del restaurante Gourmeltz, escribiendo: que el Estado “no ha demostrado claramente los factores necesarios para conceder una orden judicial temporal”, ni ha demostrado que Gourmeltz suponga una amenaza real para el público en general. Aunque el caso todavía puede llevarse a juicio, las puertas del restaurante seguirán abiertas mientras tanto, lo que supone un fuerte golpe a los esfuerzos de los agentes de cierre de la Administración Northam.
Como informó anteriormente National File, el propietario de Gourmeltz, Matt Strickland, se negó a retroceder ante el gran gobierno y prometió luchar por su negocio contra el Estado, recaudando más de 9.000 dólares para su defensa legal y contratando al ex congresista republicano Bob Barr de Georgia como su abogado.
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Matt Strickland, veterano del Cuerpo de Marines en la Guerra contra el Terrorismo, tardó cinco años en levantar su negocio, que pasó de ser un camión de comida a un popular restaurante de ladrillo y cemento. Ahora, tras desechar el mandato de la máscara del gobernador Northam y dar libertad de elección a sus empleados y clientes, corre el riesgo de perder su duro trabajo mientras se prepara para luchar por su sustento en los tribunales contra su propio gobierno.
“No tengo miedo del Estado, no tengo miedo del gobierno federal”, dice Strickland. “Pasé la mayor parte de mi vida adulta luchando en Irak y Afganistán. No tengo ningún problema en volver a casa y luchar aquí en Virginia”.
Aunque el departamento de salud le revocó el permiso hace un mes, Strickland se ha negado a cerrar sus puertas; luego contrató al ex congresista republicano Bob Barr, de Georgia, para que le representara en los tribunales y recaudó más de 9.000 dólares para su defensa.
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“Estamos contentos con la decisión del juez y felices por nuestro cliente”, dijo a la prensa local una de las abogadas de Strickland, Martha Norton. “Esperamos que el fondo del caso se resuelva en un juicio completo”.
“¡Esta es una victoria ENORME!”, rezaba un post de la cuenta de Facebook de Gourmeltz, agradeciendo pero también recordando a sus seguidores las inminentes luchas judiciales en un futuro próximo y prometiendo una vez más no retroceder nunca y seguir luchando por el espíritu de América.
“Seguiremos defendiendo la Vieja Gloria y lo que representa para todos nosotros. Mientras los llamados “líderes” sigan tratando de socavar nuestros derechos y libertades, nosotros seguiremos defendiéndolos. Los defenderemos sabiendo que todos ustedes están con nosotros“.
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