Fuente: Cadena Ser
Uno de estos médicos que en más de una ocasión han dado de qué hablar sobre el covid-19 es el doctor Luis Miguel de Benito, experto en digestología y doctor de un hospital madrileño. Esta pasada semana ofrecía una charla en Aranda de Duero alrededor de las vacunas, pero también pasaba por los micrófonos de la SER para dar cuentas sobre su percepción sobre estas cuestiones. Lo hacía primeramente aseverando que no está en contra de las vacunas. “No estoy en contra, yo tengo a mis niños vacunados, yo estoy vacunado de lo que había que vacunarse, pero sí mantengo una cierta distancia con respecto a esto que se ha dado en llamar vacuna. El 99% está a favor, ¿qué pasa no hay nada en contra? Pues yo sí tengo algo que decir“, esgrime.
Pero, ¿por qué cree que no son vacunas? “Estos productos que se ponen no garantizan ni que disminuyan la mortalidad ni que inmunicen a la gente, y más importante, mi aspecto para oponerme y decir que no son productos de mi agrado es porque no son de necesidad. No le veo necesidad a este producto que se está poniendo de forma generalizada. Yo no digo que no genere inmunidad, lo dice el propio prospecto de la vacuna. Tanto Pfizer como Astra dicen o aseguran que un porcentaje que es el 0,7% de personas, se infectarán de forma más grave que si no se hubieran vacunado. Esa es la protección”, cuenta. Rebatido por el hecho de que los ingresos se han desplomado al igual que los contagios en las personas vacunadas también, el doctor lo explica aseverando que “cuanto más campo está quemado menos queda por quemar”. “Lo que inmuniza no es la vacuna, lo que inmuniza es pasar la enfermedad. El que más expuesto ha estado más riesgo ha tenido de haberlo pasado”, añade.
Uno de los choques que ha originado esta entrevista se ha producido con los actuales contagios que se producen en la población más joven. De Benito dice que “ahora no hay más contagios en menores de 30 que antes, ahora se les están haciendo más PCR a menores de 30 que antes no se les hacía la prueba porque había confinamiento y no salían de casa”. “Cuando hay interés en decir que aumenta la incidencia es porque han aumentado las pruebas PCR que se hacen… ¿Estaban malos los niños? Esto es como si te pones a mirar en la boca de la gente, verás muchas caries, pero no descubres nada, ya las tenían. Los coronavirus existen de hace tiempo, no es una invencción de ahora. El que está en contacto con el germen y sobrevive se queda indiferente, aprende a convivir con él, y eso ha pasado con el coronavirus”, añade.
De la misma forma, el doctor no le da extrema importancia a que haya un porcentaje -aunque sea muy bajo- de personas que fallecen por motivo de esta enfermedad. “Si esta enfermedad o este proceso la OMS dice que tiene una letalidad de dos por mil, 998 personas no se mueren, sobreviven y quedan inmunes, ¿me puedes decir qué aporta un producto experimental pinchado?“, cuestiona. “Ante la gente que tenga el razonamiento -el hecho de que ese 2% sea un familiar cercano que pueda fallecer y exista la posibilidad de minimizar ese riesgo- le diría que no saliera de casa, ni coja el coche. Porque hay más posibilidad de morir por un accidente de coche que por un germen como el coronavirus. Es que parece que solo existe el covid, y la gente se ha muerto este año de sífilis, de tuberculosis, de cáncer, 2000 personas axfisiadas por comer… La gente dirá ‘qué peligroso es esto de comer, mamá no comas’. Te dicen que hay vacunas para el covid pero es que no la hay. El riesgo de haberse puesto ese pinchazo aún no se sabe. Estamos empezando a evaluarlo ahora. Dicen que te pueden dejar estéril a los dos años pero no ha pasado ese tiempo, entonces ¿cómo lo sabemos? Hay incertidumbre, y hay que asumirla”, esgrime.
“Lo que hubo en diciembre fue gripe”
Otra de las cuestiones que más ha generado confrotación en la citada entrevista, que puede reproducirse al final de este artículo, son las citadas olas. “Lo de las olas hay que aclararlo. Lo que hubo en diciembre fue gripe, porque la gripe no desaparece. Los pacientes que ingresaban con cuadro respiratorio no tenían nada que ver con los que ingresaban en primavera del año pasado. Y se le llamó tercera ola, y a la cuarta ola se le ha llamado comienzos de rebrote de enfermedad de Pfizer en enero. Y la quinta ola son los que se han vacunado con Astra y Moderna en abril y mayo, que veremos en septiembre los efectos secundarios que vamos a ver. Yo sé que los virus dejan inmunidad, y no te la da la vacuna, sino el pasar la enfermedad. Yo cuando en enero en mi hospital empezaron a poner las vacunas yo me senté y dije: yo vengo a no ponerme la vacuna. Y me dijeron, ¿por qué? Yo dije, ¿porque qué me va a dar la vacuna que no tenga yo ya? Es que la vacuna me va a dar algo que no tenga ya? ¿Es que no he estado con covid positivos tosiéndome? Si no me he contagiado es porque tengo algo que al virus no le gusta, ¿qué pretende darme ese pinchazo?”, dice De Benito.
“Me parece bien que recomienden la vacuna pero yo tengo los datos por franja de edad y cualquiera se pregunta, ¿pero qué minimo riesgo estoy asumiendo? ¿Que tienes mucho miedo? Pues te vacunas… ¿Qué tienes fobia social? Pues te plastificas y no te relacionas con nadie y ya está y te mueres de asco aislado. Porque ¿qué riesgo tienes, si dos de cada mil se mueren? Si me dicen que de cada mil dos se mueren yo me la juego a que no me vacuno. Ya verás cómo va cambiando el discurso de muchos que van viendo que con las vacunas sí que está cambiando el sistema inmunológico. Hay muchas alteraciones. Y qué estamos viendo. Cosas que no habíamos visto antes. Y esto es el comienzo, pero la gente cree que los efectos secundarios de las vacunas se ven a las 48 horas y no, estos productos, algunos al menos, no sé qué tendrá cada una, pero ya empieza a haber un run run entre los sanitarios”, concluye, en una charla en la que apenas ha habido acuerdo alguno y mucha perplejidad por algunas de las afirmaciones que ha dejado.