Traducido de WesternJournal.com por TierraPura.org
Jeffrey Epstein visitó la Casa Blanca de Clinton más de una docena de veces con más de media docena de mujeres diferentes entre 1993 y 1995, según los nuevos registros obtenidos por el Daily Mail, lo que supone una sorpresa relativamente pequeña si tenemos en cuenta lo que sabemos tanto del ex presidente Bill Clinton como del mencionado delincuente sexual.
Desde poco después de la toma de posesión de Clinton en 1993, Epstein realizó la primera de las 17 visitas a la Casa Blanca, llevando consigo al menos a cuatro novias conocidas y varias otras acompañantes femeninas, según un informe del medio británico.
Gran parte de la vida privada de Epstein ha salido a la luz en los últimos meses en el marco del juicio de su ex madame Ghislaine Maxwell, acusada desde hace tiempo, que fue condenada en diciembre por captar y traficar con las menores de las que abusaba.
Maxwell, que está en prisión a la espera de la sentencia, parece que se unió a Epstein en septiembre de 1993 para asistir a una ostentosa recepción después de que el financiero donara 10.000 dólares a la Asociación Histórica de la Casa Blanca para proyectos de renovación, convirtiéndose en la primera de sus ocho acompañantes durante los siguientes dos años aproximadamente, informó el Mail.
Otros nombres en los registros, según el medio, incluyen a Celina Midelfart, Eva Andersson-Dubin y Francis Jardine, tres de las novias conocidas de Epstein.
Las otras mujeres nombradas son Jennifer Garrison, Shelley Gafni, Jennifer Driver y Lyoubov Orlova, aunque sus relaciones con Epstein no están claras, informó el Mail.
Midelfart, que tendría 21 años en ese momento (la misma edad que tenía Monica Lewinsky cuando tuvo su relación con el entonces presidente, por cierto), fue acusada durante el juicio de Maxwell de haber salido con Epstein a mediados de la década de 1990. La heredera noruega también salió una vez con el ex presidente Donald Trump.
Aunque tres testigos dieron fe de su relación con Epstein, Midelfart ha negado la relación a través de un abogado.
Al parecer, aparece en el registro de visitas de la Casa Blanca con Epstein dos veces en un mismo día: el 28 de julio de 1994, primero a las 14:00 horas y luego de nuevo a las 18:30 horas.
Al parecer, Epstein la visitó dos veces en un día en tres ocasiones durante sus visitas a la Casa Blanca de Clinton, y la visitó dos veces cuando el propio presidente estaba fuera; una vez el 24 de marzo de 1993, con Gafni cuando Clinton ya se había marchado a Texas, y la segunda vez que Epstein apareció con Andersson y Jardine el 26 de septiembre de 1994, a las 18:30 mientras Clinton asistía a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, informó el Mail.
Eva Andersson es ahora Eva Andersson-Dubin, ya que se casó con el multimillonario de fondos de cobertura Glenn Dubin dos meses antes de su primera visita a la Casa Blanca, en julio de 1994. Andersson-Dubin, que ha confirmado que salió con Epstein a finales de los 80 y principios de los 90, testificó durante el juicio de Maxwell.
Siguió siendo cercana a Epstein durante años después de casarse con Dubin y una de sus hijas era la ahijada del financiero.
Jardine, ahora Francis Jardine-Deuess, es una ex modelo que vive en Sudáfrica y expresó su gratitud a Epstein por la ayuda que le dio en su relación.
“Él quería que desarrollara habilidades y compartía la importancia de tomar las decisiones correctas”, decía su declaración. “La gente que me rodeaba malinterpretó mi relación con él porque, sin duda, era más abierto que la idea que el hombre medio tiene de lo que una mujer puede o debe ser para un hombre”.
“Lo amaba y me apena la forma en que su vida ha resultado. Hubiera deseado poder expresarme de una manera que hubiera salvado su vida”, declaró.
Según el Mail, Gafni, una modelo israelí, ha negado haberse reunido con Epstein o haber hecho una visita privada a la Casa Blanca, pero el Jerusalem Post la cita diciendo que, si bien recordaba haber visitado D.C. con su familia y un “chico judío” por aquella época, “nunca estableció la conexión entre el chico judío que conocí unas cuantas veces hace 30 años y el monstruo que se reveló en los últimos años”.
El hombre había llevado a su grupo a un viaje en avión por la capital, y una mujer con ese nombre aparece en el registro de visitantes el 24 de marzo de 1993, según el Mail.
El medio informó que Epstein también apareció en la Casa Blanca con una Jennifer Garrison el 21 de diciembre de 1993, y en otra ocasión con una Jennifer Driver. El Mail, que encontró conexiones entre varias de las mujeres que aparecían en los registros de visitantes al mismo tiempo que Epstein también aparecían en los registros de vuelo de su notorio avión privado, habría identificado a un tal Mark Middleton, que en ese momento se desempeñaba como asistente especial del presidente y asistente del jefe de personal, Thomas F. ‘Mack’ McLarty.
Middleton, según el Mail, autorizó la mayor parte de las visitas de Epstein a la Casa Blanca, y abandonó la Casa Blanca en 1995 poco después de su última visita, que fue el 28 de enero. En los registros de visitas de ese día aparece una tal Lyoubov Orlova, que puede corresponder o no con una tal “Luba” en los registros de vuelo de Epstein.
La ex empleada de Clinton “fue acusada de erigirse como una negociadora internacional, exactamente el tipo de persona que atraería a Epstein”.
“En 1996, una investigación de la Casa Blanca descubrió que Middleton había abusado de su acceso para impresionar a clientes comerciales y se le prohibió la entrada a la mansión ejecutiva sin la aprobación de los altos cargos”, señaló el Mail.
Ahora, para ser honestos, esta serie de visitas con un surtido de mujeres puede o no decirnos nada nuevo sobre Epstein y Clinton – ambos, como sucede, notorios playboys y acusados de depredadores sexuales.
Ya se ha informado de que Epstein visitó la Casa Blanca y de que Clinton voló a bordo del jet privado del acusado depredador sexual.
Se dice que Epstein, que supuestamente se ahorcó en su celda de Manhattan en 2019, ha guardado durante mucho tiempo muchos trapos sucios sobre las personas ricas y poderosas a las que enganchó a sus enfermizos esquemas sexuales con menores de edad, y no parece que su muerte haya detenido la eventualidad de que, tarde o temprano, salgan a la luz algunos trapos sucios muy condenatorios.
El príncipe Andrés del Reino Unido, que ha sido acusado por una de las víctimas de Epstein, Virginia Giuffre, de haber abusado de ella cuando tenía 17 años, acaba de ser despojado de su título real y de sus funciones militares por la reina Isabel II, mientras se enfrenta a una demanda de Giuffre en Estados Unidos por sus antiguas acusaciones.
Maxwell está a la espera de una sentencia por el papel que desempeñó en la captación de las jóvenes víctimas de Epstein, según el testimonio de cuatro mujeres que relataron los abusos y la manipulación que sufrieron, y su equipo legal ha abandonado ahora un intento de mantener oculta la identidad de ocho “John Does” nombrados en una demanda previamente resuelta.
Los nombres de estos hombres podrían revelarse pronto como parte de la demanda de Giuffre.
El árbol Epstein se ha agitado y sacudido estos últimos años. No parece que nada vaya a dejar de caer pronto.
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