Traducido de TheGatewayPundit.com por TierraPura.org
El Papa Francisco no dice nada mientras el PCCh arresta y encarcela a líderes católicos en China y Hong Kong.
¿Dónde está el Papa Francisco? ¿Por qué no lidera los esfuerzos para implementar y apoyar la libertad religiosa en China y Hong Kong?
La semana pasada el cardenal de Hong Kong fue arrestado por el nuevo jefe de gobierno que responde al PCCh. El Papa Francisco no dijo nada.
Además, el año pasado, el obispo de Xinxiang en China fue detenido por el PCCh y mantenido en confinamiento solitario durante meses. Nadie sabe dónde está.
Como informó Breitbart News, funcionarios del Partido Comunista Chino arrestaron al obispo de Xinxiang el 21 de mayo de 2021, junto con 10 sacerdotes y 10 seminaristas, en un esfuerzo por aplicar más presión a la “ilegal Iglesia Católica clandestina”.
En un principio, la policía llevó al obispo y a los sacerdotes a un hotel en el que se les mantuvo aislados y se les sometió a “sesiones políticas” para adoctrinarlos con la idea que el PCCh tiene de la libertad religiosa, según un informe de AsiaNews, la agencia de prensa oficial del Instituto Pontificio para las Misiones Extranjeras.
Los seminaristas fueron liberados al cabo de tres días y los sacerdotes varios días después, pero el obispo Zhang sigue bajo custodia policial, retenido ilegalmente sin cargos ni juicio en un lugar desconocido. La ley china estipula que nadie puede estar detenido en régimen de aislamiento sin cargos durante más de tres meses.
A dos familiares se les permitió ver al obispo durante unos minutos durante las celebraciones del Año Nuevo Lunar, pero nadie sabe dónde está retenido y a los sacerdotes no se les permite visitarlo ni llamarlo.
Según AsiaNews, la comunidad católica de Xinxiang sigue esperando la liberación de su obispo, al tiempo que se preocupa por su salud física y mental.
Al parecer, el Vaticano no ha hecho ningún llamamiento para la liberación del obispo Zhang.
De nuevo, el Papa no dice nada. Ahora que las naciones soberanas ceden sus libertades sanitarias a la OMS, el Papa vuelve a guardar silencio.