La Unión Europea (UE) ha decidido sacarle fondos destinados a la ayuda sanitaria por el COVID-19 a seis localidades polacas que se declararon “libres de ideología LGBT” durante el año pasado.

El dinero fue acordado por la Comisión Europea y es enviado a casi todas las provincias de todos los países miembros de la Unión, como retribución a sus años de aportes a la estructura de Gobierno trasnacional europea, tanto económica como regulatoriamente.

Toda la controversia nace a principios de 2019 con el alcalde de Varsovia y reciente fallido candidato presidencial Rafał Trzaskowski, que mediante un acuerdo oficializó que busca “dar a conocer” el movimiento LGBT a los más jóvenes en las escuelas e impuso la ideología de género en la currícula escolar de la capital polaca.

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En respuesta, varias localidades del sur del país llevaron a cabo reformas educativas en la dirección opuesta a Varsovia, y se declararon como zonas “libres de imposición ideológica sexual”. Estas leyes de hecho terminaron promoviendo la libertad de pensamiento de todos los ciudadanos, en especial los niños, sin imponer ninguna ideología sobre otra.

Este tema quedó olvidado hasta que en las discusiones de la asignación de recursos en la UE por la pandemia, algunos representantes de izquierda dispararon contra el presupuesto asegurando que “premiaba a quienes iban en contra del progreso”, en clara referencia a Polonia.

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Esto llevó a un fuerte debate político y social de gran relevancia dentro del Parlamento europeo, donde legisladores polacos sostuvieron que consideran una ruptura de las relaciones con la Unión Europea en caso de que continúe la suspensión de fondos, sosteniéndose en el presente incumplimiento a la Ley Europea, donde se establece la comunidad entre países y comunidades, sin imponer unos sobre otros, algo que no estaría sucediendo si le niegan transferencias a un país por una decisión política local.

“Los valores de la UE y los derechos fundamentales deben ser respetados por los Estados miembros y las autoridades públicas. Por ello fueron rechazados los fondos” indicó Helena Dalli, de la Comisaría Europea de Igualdad.

Si bien el organismo no ha especificado todavía a qué pueblos les han sido rechazados los fondos, lo más probable es que éstos se encuentren en el sureste conservador del país, donde en las recientes elecciones el presidente conservador Duda obtuvo la reelección hace menos de un mes, derrotando fácilmente al progresista Trzaskowski.

El clima ha quedado muy tenso entre el país y la Unión internacional y los próximos pasos serán cruciales para el futuro de la relación entre la Unión Europea y Polonia.

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Históricamente, habiendo sido uno de los países más afectados por los conflictos entre las Naciones más poderosas en el centro de Europa; partida en pedazos por Austria, Prusia y Rusia en el siglo 18, luego conquistada por Rusia en el siglo 19 y por la Alemania nazi en el siglo 20, Polonia buscó la pacificación de Europa, se aferró al liderazgo de Estados Unidos durante la pos-guerra y lideró los intentos de formar un bloque comercial y político entre los países.

Pero el nacionalismo polaco hoy está siendo carcomido una vez más por los más poderosos de Europa, y si un acuerdo pacifico no es alcanzado, el movimiento conservador en Polonia está listo para reclamar su independencia y dar un paso al costado del experimento unionista.

Fuente: Derecha Diario.

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