Traducido de NeonNettle por TierraPura.org
El Partido Comunista Chino (PCCh) está alterando historias de la Biblia para los libros de texto de ética publicados por el régimen para describir a Jesucristo como “un brutal dictador asesino”.
Lo que hizo fue editar una historia para representar a Jesús matando a una mujer que estaba cometiendo adulterio, en donde también afirma que Él mismo es un “pecador”.
Los libros producidos para los estudiantes de formación profesional por la Universidad China de Ciencia Electrónica y Tecnología Electrónica fueron descubiertos por la Unión de Noticias Católicas Asiáticas (UCA News) la semana pasada.
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El Partido Comunista de China cambió el final de una famosa historia del Evangelio, donde, en el original, Jesús interviene cuando una multitud cita la ley como su justificación para lapidar a una adúltera hasta la muerte.
“El que nunca ha pecado, que tire la primera piedra”, dijo Jesús a la multitud enojada.
Luego los que la acusaban su fueron, uno por uno, y la mujer evitó ser asesinada.
Sin embargo, la versión china dice: “Cuando la multitud desapareció, Jesús apedreó a la pecadora hasta la muerte diciendo ‘Yo también soy un pecador’. Pero si la ley solo pudiera ser ejecutada por hombres sin defectos, la ley estaría muerta”.
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Según LifeSite News, el final correcto del relato del Evangelio, que está en Juan 8:3-11, muestra a Jesús negándose a condenar a la mujer:
“Jesús se levantó de nuevo y dijo: ‘Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?’.
“Nadie, señor”, respondió ella.
“Yo tampoco te condeno”, dijo Jesús. “Vete, y desde este momento no peques más”.
Según UCA News, el libro se usa para enseñar “ética profesional y leyes”.
Tanto la educación como la publicación están estrictamente controladas por el régimen comunista totalitario.
Según la UCA, un católico en China publicó el libro en las redes sociales, sugiriendo que esta versión alterada del Evangelio era un ataque comunista a la Iglesia Católica.
“Quiero que todos sepan que el Partido Comunista Chino siempre ha tratado de distorsionar la historia de la Iglesia, de calumniar nuestra Iglesia, y de hacer que la gente odie a nuestra Iglesia”, escribió.
La UCA también citó al profesor vocacional cristiano, Matthew Wang, quien confirmó que el libro sí contenía la historia, pero dijo que su “contenido varía de un lugar a otro dentro de China”.
Massimo Introvigne de Bitter Winter, una revista sobre “libertad religiosa y derechos humanos en China”, escribió que el objetivo de la historia era subrayar la supremacía de la ley tal y como la dictaba el Partido Comunista Chino.
“Como se les dijo a los estudiantes chinos, la historia enseña que la ley y el Partido son buenos y puros, y trascienden a los seres humanos impuros que los representan”, escribió el sociólogo italiano de las religiones.
“Incluso si los oficiales son corruptos, su decisión debe ser aceptada, porque, honestos o corruptos, representan al Partido, y la ley del Partido nunca debe ser cuestionada”.
“Esta es la teoría estándar del PCCh, pero distorsiona totalmente el significado de la enseñanza de Jesús en Juan 8. Movilizar a Jesús para la propaganda del PCCh es blasfemo y ofensivo para los cristianos”.
Según la UCA, al menos un católico chino se ha quejado de que la Iglesia en China no lucha contra este tipo de distorsión.
El sociólogo Introvigne escribió que los cristianos pueden esperar más de lo mismo del régimen chino mientras continúa su política de hacer que el cristianismo sea más “siniciado” (chino).
Sinicización no significa incorporar más aspectos culturales chinos en el cristianismo chino, como lo atestigua la destrucción de hermosas iglesias cristianas diseñadas de acuerdo con la arquitectura tradicional china.
Significa efectivamente diluir el cristianismo para que no sea una amenaza a los valores del Partido Comunista Chino.
En 2019, el diario francés Le Figaro informó que el gobierno chino había exigido que los cristianos, budistas y musulmanes alteraran sus respectivos textos sagrados para ajustarse a “las exigencias de la nueva era”.
Según este informe, las parábolas evangélicas de los cristianos deben estar “en línea con el Partido Comunista, de lo contrario corren el riesgo de ser purgados de las Biblias disponibles para los fieles”.